Se olvidaron de pisar el área

Racing -Betis · Informe técnico

A Mel no le funcionó su nuevo plan, con tres pequeños que permutaron entre ellos sin acercarse a la portería · Con Isidoro y Ustaritz tampoco llegó la solidez.

Se olvidaron de pisar el área
Juan Antonio Solís

31 de octubre 2011 - 05:02

Ni plan A, ni B, ni C... A Mel tampoco le resultó su novedoso equipo en Santander. No se puede echar en cara al madrileño su falta de arrojo. Arrastrar cinco derrotas seguidas invitaba a dejarse de pruebas, pero Mel afrontó la plaga de lesiones con otro ejercicio de intrepidez. Esta vez se sacó de la manga una insólita punta de lanza, con Rubén Castro, Pozuelo y Jonathan Pereira arriba. Rapidez y dinamismo. Pero tampoco resultó, y como este Betis acaba concediendo atrás, incluso a este limitadísimo Racing, la sexta derrota seguida fue casi irremediable. ¿Cómo se frena esta caída libre? Eso quisiera saber Pepe Mel, que tiene clarísimo que la respuesta está en alguna página de su innegociable manual.

Defensa

El azote de lesiones que castiga a una línea de por sí quebradiza dejó un margen de maniobra muy estrecho al entrenador. Las circunstancias dieron la camiseta de titular a Isidoro por la derecha, con Ustaritz a su izquierda. Y fue por la zona donde actuaron ambos por donde el Racing se animó a buscarle las cosquillas al Betis. Munitis ya no tiene fuerza ni chispa para desbordar, pero es perro viejo y buscó el peligro por otras vías, asociándose con Cisma y con Adrián. Éste, aunque empezó en el doble pivote, dejó claro su querencia a ese costado. Tampoco es que el Racing entrara como un cuchillo en la mantequilla, pero sí que se buscó sus pasillos, y con ellos, hizo dudar a todo el sistema defensivo del Betis.

Si el Racing tenía alguna posibilidad de llegar hasta Casto -aparte del balón parado, que lo hizo con un cabezazo de Torrejón al larguero -, era por ese costado, el que, para más inri, tenía más descuidado el centro del campo bético en sus ayudas: Cañas echó una mano a Nacho, pero Iriney no apareció tanto por el otro área. Y pasó lo que podía pasar: pase de Adrián a la carrera de Stuani por el carril del diez, la primera que hizo tras sustituir a Ariel, y Dorado que acude a sofocar el fuego, cuando el delantero ya pisaba área. Arriesgó el central en su cruce, hubo contacto y penalti.

Ataque

El trío de pequeños no cuajó. Se centraron más en jugar al intercambio de posiciones que en jugar al fútbol, en ser delanteros de verdad. Y se olvidaron, ante todo, de pisar el área. Parecía que confundieron el reglamento del fútbol con el del balonmano. De hecho, tuvieron varios ataques peligrosos en la primera parte, cuando Beñat se acercó al nivel habitual de Beñat, pero los resolvieron con tiros lejanos cuando la jugada pedía una continuidad hasta el área. Sólo Pozuelo, y una vez, hizo daño con el tiro desde media distancia.

Tras el descanso, Beñat se diluyó y el trío siguió a lo suyo. Con el 1-0, Mel quiso abrir el campo con Pozuelo a la derecha, Jefferson a la izquierda y dos puntas, Rubén y Jorge Molina. Pero el fútbol trenzado no compareció más que en un par de pases de Matilla, muy al final.

Virtudes

No bajó los brazos jamás y murió en el área del Racing.

Talón de Aquiles

Su ataque se despersonaliza a pasos agigantados, y como atrás concede siempre alguna...

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