Pese a la derrota, el partido dejó algunos destellos positivos a los que el bético debe agarrarse. Por ejemplo el buen papel desarrollado por Digard y Ricky van Wolfswinkel. El medio centro salió tras el descanso y aportó seguridad, fuerza y equilibrio en un momento en el que los verdiblancos parecían estar perdidos sobre el tapete del Benito Villamarín. Su buen hacer durante el envite, además, le abre de par en par las puertas de la titularidad de cara al próximo partido frente al Málaga. Por su parte, Van Wolfswinkel jugó de titular y dispuso de alguna ocasión importante para anotar su primer tanto como verdiblanco, aunque no estuvo fino de cara a puerta. Con más minutos, los dos seguro que dan muchas alegrías a la afición heliopolitana.