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Es que pega tanto...

  • El Sevilla se crece ante el Espanyol, a base de goles primero y de juego después, hasta noquear al primer rival serio del verano · Aun con dudas al principio, el equipo va encontrando su identidad.

El Sevilla comienza a ilusionar de veras a los suyos. El Trofeo Antonio Puerta volvió a quedarse en Nervión, después de que el año pasado se lo llevara el Granada, en una emotiva noche en la que el equipo de Marcelino superó con creces la primera prueba seria de este periodo estival de laboratorio. El Espanyol, un equipo que sigue apostando por la exquisitez, fue desgarrándose en las zarpas de este Sevilla que va encontrando poco a poco el molde de juego que quiere su entrenador. Ayer le costó trabajo, por algunos ajustes que aún debe realizar en cuanto a ocupación de espacios y porque era el primer equipo de Primera que tenía enfrente, pero en cuanto sacó su pegada, que sigue intacta, se fue creciendo hasta barrer del campo al voluntarioso grupo de Pochettino.

Había muchísima expectación por ver cómo se desarrollaba este Sevilla frente a un rival de enjundia y la primera prueba seria puso en evidencia que todo va sobre ruedas, con algunos matices que no se pueden obviar.

El deseo del astur es dotar a su equipo de verticalidad y equilibrio bajo el intocable dibujo de 4-4-2, un esquema arriesgado y de clarísima vocación ofensiva que, como sucedió ayer en varias fases, deja al equipo en manos del contrario alguna que otra vez. Durante el primer periodo, hasta que los goles fueron encauzando el rotundo triunfo final, el Sevilla estuvo demasiado tiempo corriendo detrás de la pelota, que hacía circular con criterio y técnica un Espanyol con más piezas en la medular. Una cantinela ya vieja ésta de la lucha en el eje en inferioridad numérica. Sin embargo, y pese a que los futbolistas se miraban unos a otros intentando dar con la distancia adecuada entre las líneas, el equipo de Marcelino demostró que sabe aguantar las acometidas rivales con valentía, sin ceder terreno ante el empuje contrario aun a riesgo de que se rompa la línea. Para esto fue clave el acoplamiento entre Spahic y Escudé, muy rápidos ambos en dos cruces providenciales, en dos de las escasas veces en las que el Espanyol amedrentó.

Este criterio de no dar un paso atrás le permite al Sevilla robar muchos balones y llegar con profundidad sin necesidad de manosear la pelota, bajo el criterio de un Trochowski que definitivamente ha emergido como una pieza básica del esquema. Le basta muy poco a este equipo para sacar sus zarpas, y eso que Negredo produjo el primer contratiempo al tener que retirarse antes de los veinte minutos por un golpe en la zona entre la cadera y el costado. Rodri lo suplió y tardó muy poquito en poner de manifiesto cuán peligroso es este equipo, con Kanoute o sin él, aunque con el franco-malí la pegada se multiplica muchísimo más, como se demostraría luego.

Sin tener el balón ni mandar en el partido, el Sevilla comenzó a imponerse en el marcador en el minuto 25. El segundo gol, con el tiempo del primer periodo cumplido, fue otra evidencia de lo rápido que llega arriba este Sevilla tan pegador en el que los lanzamientos desde fuera del área se van a prodigar muchísimo. Hay muchos tiradores para la media o la larga distancia: Trochowski con ambas piernas, Manu del Moral, el propio Negredo, Jesús Navas o Armenteros... Dos zarpazos habían bastado para que el Espanyol se fuera a los vestuarios preguntándose qué había hecho mal pese a haber tenido bastante más posesión del esférico.

Marcelino venía solicitando más continuidad a los suyos, tanto en el manejo de la pelota como en la presión, y ésta llegó en la segunda mitad, después de que los goles acabaran con esas dudas que habían surgido cuando el Espanyol aprovechó alguna descoordinación entre las líneas para amagar más que otra cosa. Pero las líneas se fueron coordinando con el paso de los minutos, conforme el rival fue viendo que era imposible morder arriba. Pese a los cambios, o gracias a éstos, el Sevilla fue evolucionando en el desarrrollo de su idea hasta pasearse literalmente durante la segunda mitad, ya ante una grada y un rival rendidos a la excelencia, que llegó de la mano de Kanoute. Con todo, no se puede dejar de lado que hubo momentos en los que el Espanyol encontró resquicios para dar algún sustito. Aún falta algún ajuste, pero es que este Sevilla pega tanto que es complicado afearle su labor.

Ficha técnica:

5 - Sevilla FC: Palop (Javi Varas, m.46); Alexis, Spahic (Bernardo, m.73), Escudé, Fernando Navarro (Samu, m.79); Jesús Navas, Fazio (Salva, m.64), Trochowski (Campaña, m.73), Armenteros (Kanouté, m.64); Manu Del Moral (Perotti, m.70) y Negredo (Rodri, m.18) (Luis Alberto, m.79).

0 - RCD Espanyol: Kameni; Javi López, Raúl (Galán, m.46), Moreno, Didac; Rui Fonte (Eric López, m.73), Márquez, Verdú (Cristian Alfonso, m.80), Raúl Baena (Forlín, m.46); Luis García (Thievi, m.59) y Sergio García (Osvaldo, m.59).

Goles: 1-0, M.25: Rodri. 2-0, M.46+: Manu Del Moral. 3-0, M.73: Kanoute. 4-0, M.76: Rodri. 5-0, M.90: Kanoute

Árbitro: José Luis Paradas Romero (Comité Andaluz): Amonestó a los locales Alexis (m.17) y Trochowski (m.21) y al visitante Javi Márquez (m.82).

Incidencias: Partido del IV Trofeo Antonio Puerta, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante cerca de veinte mil espectadores. Terreno de juego en regulares condiciones. Antes del partido hubo varios actos de homenaje en recuerdo a los malogrados futbolistas y los jugadores saltaron al campo con unas camisetas con los dorsales que lucieron en sus respectivos equipos, el 16 (Puerta) y el 21 (Jarque). Los capitanes del Sevilla, Andrés Palop, y del Espanyol, Luis García, se intercambiaron camisetas con el nombre de los dos fallecidos y en los vídeos marcadores se proyectó un montaje con lances de los futbolistas.

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