"Cuando la pelota no quiere entrar..."

La amargura por lo que pudo ser y no fue invadió una zona mixta en la que la sensación era que el Sevilla dejó escapar la ocasión de dar un importante paso hacia delante en su camino hacia Europa.

La racha de tres puntos de los últimos 18 posibles es una losa que empieza a pesar cara a ese objetivo en la confianza de los jugadores, pero la idea del vestuario es unánime: "Hay que seguir trabajando; no queda otra", señaló Alberto Moreno, contrariado por un resultado negativo "ante un rival directo". "Se nos puso bien el partido con la expulsión de Ricardo Costa, pero está comprobado que cuando la pelota no quiere entrar. El encuentro estuvo marcado por muchos detalles", afirmó el lateral, que mostró su apoyo a Rakitic: "Pese a que ha fallado dos penaltis seguidos, es un líder en el campo y en el vestuario y confiamos en él. Meterá el siguiente. Es un jugador decisivo en las acciones a balón parado".

El propio Rakitic dio la cara tras el encuentro: "El capitán va a recuperarse para dar lo mejor para el equipo. Siempre cogeré la responsabilidad y eso es lo importante", indicó el internacional croata, que añadió: "Creo que nos merecimos más, pero así es el fútbol y tenemos que levantarnos. Sobre todo en la segunda parte fuimos mejores, así que debemos creer en nosotros y pensar ya en el próximo partido. En un encuentro así se ve que está todo muy igualado entre muchos equipos y difícil para todos, no sólo para el Sevilla, por eso queremos cambiar y estar arriba".

En esa línea se expresó Coke: "Nos queda un sabor amargo. Dominamos, jugamos con un hombre más, fallamos un penalti..., y todo ante un buen equipo y rival directo. Tuvimos opciones, hay que quedarse con eso, pese a no hacer una buena primera parte".

Mientras, en el palco, el subdirector general deportivo, Monchi, dio un toque velado al entrenador tras el empate sin goles en un duelo "que estaba marcado en el calendario". "Después de ver el partido no estoy contento porque perdimos una gran oportunidad de dar un paso adelante. Es normal que la gente esté cabreada porque su equipo no ganó", dijo sobre los pitos a Emery lanzados desde la grada, y a quien mandó un mensaje velado cuando fue cuestionado por el colegiado: "Entre todos hay que rebajar la presión a los árbitros. En este partido, además, debemos mirar hacia dentro, porque jugamos casi 40 minutos en superioridad numérica por la expulsión de Ricardo Costa".