El Sevilla hizo lo posible y lo imposible para derrotar a un Real Madrid eficaz que rompió una racha en Nervión espectacular. Dos goles de Ronaldo (hizo los tres del Madrid) con Krychowiak en la banda lastraron el gran juego del Sevilla.

Con el Madrid espoleado por el 0-8 del Barcelona en Córdoba, el Sevilla aguanta de salida y se va proyectando hasta el punto de tener varias ocasiones y amenazar en serio al rival. Es más Reyes que Banega el que toma el mando arriba, aunque el último pase a Bacca ni termina de llegar y de hecho la gran ocasión local llega al revés, combinando Bacca con Reyes para que reciba en el área Vidal, repela Casillas y Varane la saque bajo palos.

El Sevilla va creciendo pero las circunstancias se vuelven en contra de manera clamorosa. Krychowiak requiere atención tras partirse la cara contra la cabeza de Sergio Ramos y arreglar el estropicio se alarga más de lo debido. Nada menos que siete minutos de juego está el Sevilla con diez y, acorralado perdido, claudica de manera pusilánime en dos zarpazos en menos de dos minutos de Cristiano Ronaldo, el primero rematando de cabeza ante las dudas del portero en su salida y el segundo tras peinar Chicharito y adelantarse a Rico, que había evitado ya el gol de Cristiano en el tramo inicial.

0-2 y a remar cuando todo pintaba francamente bien y el Madrid parecía incapaz de superar el orden atrás del Sevilla. Y remontar dos goles al Madrid no es cualquier cosa... aunque ya lo consiguiera con el Barcelona.

Al descanso el partido está completamente abierto porque Sergio Ramos corta en falta una internada de Vidal ya en el área. Bacca transforma en la prolongación del primer tiempo y el 1-2 ya suena de otra manera.

Sale el Sevilla en tromba tras el descanso y en el tercer córner seguido Mbia roza el empate de cabeza. Pero el esfuerzo no recompensa y el Madrid se despereza y en una de sus escasas llegadas claras parece sentenciar con otro cabezazo perfecto de Cristiano superando la altura de Rico. Veinte minutos y Emery mueve ficha. Entran primero Denis por Diogo y luego Iborra y Gameiro por Krychowiak y Bacca.

El Sevilla no se rinde en la vida, el Madrid lo sabe y por eso cuando una gran internada de Vidal la convierte Iborra en el 2-3 Ancelotti refuerza el centro del campo con Illarra.

La suerte, o lo que sea, esquiva al Sevilla esta vez y una triple opción a cinco del final, con el balón llorando junto al poste, es el epílogo de un duelo igualadísimo y decidido en gran parte por esos minutos del Sevilla con diez en los que el Madrid se puso dos arriba y remando lo indecible el Sevilla estuvo a punto de evitar que se quebrara esa espectacular racha de quince meses en Liga sin perder en casa (Barcelona, febrero de 2014) y catorce en cualquier competición (Betis, Europa League, marzo).

La sensación, pese a todo, sigue siendo espectacular para este tramo final de temporada sin tiempo para lamentaciones: Fiorentina, jueves.