Villarreal | sevilla · el otro partido

Otra reedición de la extraña pareja

  • Kanoute y Luis Fabiano vuelven a sonreír en el regreso de ambos a la titularidad · El feliz reencuentro llegó cuando el Sevilla necesitaba más que nunca la mejor versión de sus dos contradictorios delanteros

Kanoute marca y el Sevilla vuelve a ganar. Luis Fabiano se reencuentra con el gol y el equipo de Manolo Jiménez mantiene con fuerza el tercer puesto. Ambos juegan juntos de nuevo y los sevillistas vuelven a sonreír después de un páramo de cuatro derrotas que parecía que iba a llevarse por delante el trabajo hecho durante todo el curso liguero, todo el grano acumulado en una larga cosecha invernal que la primavera estaba dilapidando de forma frívola, como si los cantos de la cigarra hubiesen contagiado a las laboriosas hormiguitas. Kanoute y Luis Fabiano, Luis Fabiano y Kanoute, se reeditaron cuando más falta les hacía a los suyos. La extraña pareja, contradictoria en su forma de concebir el fútbol y la vida, tuvo una nueva versión y el premio de la Champions vuelve a estar en las manos del Sevilla.

No se sabe quién es Walter Matthau y quién Jack Lemmon en esta versión futbolera de la película que vio la luz por primera vez en 1968, La extraña pareja, y que reverdeció los laureles de los dos formidables cómicos 30 años después. Los clásicos se quedarán con la primera edición, la que dirigió Gene Saks después del filón que abrió poco antes el formidable Billy Wilder con En bandeja de plata, un excelente retrato de las relaciones entre el fútbol (americano) y la prensa.

De relaciones entre el fútbol y la prensa no quiere oír ni pío Manolo Jiménez, a quien Kanoute, en el perfil más modoso y serio de Lemmon, y Luis Fabiano, con el corte frivolón y sinvergonzón de Matthau, le sacaron ayer las castañas del fuego.

Kanoute se reeditó a sí mismo apareciendo como un flotador salvador en medio de la tormenta que envolvía al Sevilla desde la última tarde en la que actuaron juntos, el 12 de abril, con derrota clave ante el Getafe.

Aquel día, Luis Fabiano fue el segundo máximo rematador a puerta de la jornada por detrás de Rossi, delantero del Villarreal que ayer salió desde el banquillo después de que el brasileño abriera el marcador a pase de Kanoute. Pero aquella tarde aciaga de Domingo de Resurreción, el atacante paulista estaba peleado con la fortuna. Lo falló todo, con la cabeza y con el pie. Ayer, la primera que tuvo medianamente diáfana la metió dentro.

Kanoute se reencontró con el gol después de cuatro partidos sin ver puerta. Lo hizo después de liberar la tensión que lo atenazaba en las últimas citas con el pase de gol que le dio a su compañero de ataque. Desde que el Sábado de Pasión marcó el gol 90 con la camiseta del Sevilla, que ganó así en el Nuevo Colombino, se veía un Kanoute fuera de tono, desquiciado. Quizás sentía el peso histórico de superar al mítico Suker, al que igualó aquel día marcando desde el punto de penalti. Bueno, pues ya ha superado a Suker. Ya es el máximo artillero extranjero de la historia del club. Y si encima está a su lado Luis Fabiano... ¡Qué pareja más extraña!

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