Eliminatoria exigente para el actual campeón de la Copa del Rey. El Sevilla, que fue el último ganador del torneo, para quien lo haya olvidado, se enfrenta al equipo de moda del fútbol español, a ese Villarreal que lidera la Liga de los demás, la que no tiene nada que ver con esos dos grandes colosos que parecen jugar a una cosa bien distinta. El conjunto de Gregorio Manzano, sin embargo, se siente fuerte en estos momentos y afronta el reto como lo hacen los grandes, con la seguridad en sus propias posibilidades y muy lejos del equipo timorato de hace un mes.

Es un buen reto para este Sevilla emergente, sin ningún género de dudas, y ahora habrá que comprobar cómo responden a él los integrantes de la plantilla nervionense. Esa incógnita se empezará a resolverse a partir de las ocho de la tarde, pero en las horas previas al primero de los encuentros sí existe un referente claro al que agarrarse y ése no es otro que el cruce que tuvo lugar hace más o menos un año. Entonces el rival de los blanquirrojos fue el Deportivo de La Coruña y aunque pueda parecer una referencia irreal, a la vista del rendimiento actual del equipo de Lotina, hay que recordar que entonces era el cuarto de la Liga y acaparaba piropos por todos lados. Más dubitativo llegó en aquellas fechas al doble pleito el conjunto que dirigía Manuel Jiménez, pero todo quedó resuelto muy pronto, concretamente en Riazor, con un contundente 0-3 a favor de los sevillistas en una exhibición de mando.

Está claro que no existen dos partidos iguales, que si todo cambia de un domingo para otro, qué se puede decir cuando ha transcurrido un año y ni siquiera son los mismos rivales, pero la referencia sí puede ser válida para los nervionenses. Sobre todo si éstos salen al campo con la misma concentración mostrada aquel día y también, por qué no, con una disposición de las piezas sobre el campo similar a la que tan buenos resultados dio en tierras gallegas. Como recordatorio, baste decir que aquel día, además de Palop en la portería, el Sevilla se dispuso con cuatro defensas, Stankevicius, Escudé, Dragutinovic, Fernando Navarro, tres centrocampistas, concretamente Renato, Duscher y Romaric, y tres delanteros, Jesús Navas, Negredo y Diego Capel. Y no sólo fue el resultado de 0-3, también aquel día el control del juego fue absoluto durante los noventa minutos, algo parecido, aunque mejor, a lo que sucedió hace una semana en la vuelta de los octavos de final en Málaga.

Todo eso es lo que corresponde al pasado, pero el presente tiene matices diferentes. Para empezar, el Villarreal viene de una exhibición frente al Valencia y también de una primera mitad en el Santiago Bernabéu que ha levantado la admiración de todos los entendidos. Éste es el principal reto, pues, a afrontar por los elegidos por Manzano, ya que el rival será tremendamente exigente. Pero el Sevilla ya ha demostrado su capacidad en numerosas ocasiones y no sería la primera vez en los últimos años, ni la segunda, ni la tercera, que ha sido capaz de marcarle el territorio a este Villarreal.

Incluso, existe el precedente de la Liga, donde se impusieron los amarillos por 1-0, en esos días todavía más emergentes y en las antípodas de un Sevilla alicaído, pero lo hicieron después de que el encargado de impartir justicia se equivocara en dos fueras de juego que bien pudieron cambiar el signo de las cosas. Aquel día no se quejaban Garrido y los suyos como lo hicieron el domingo en el Santiago Bernabéu, tampoco lo hizo Manzano en exceso, pero son las circunstancias de este deporte llamado fútbol que unas veces te quita cosas a través de los arbitrajes y otras te las devuelve.

Por el bien de todos, no estaría mal que esta noche no sucediera ni una cosa ni la otra, que el litigio se desarrollara por unos cauces de normalidad. Eso, al menos, es lo que pregonan los sevillistas, pues después de los cuatro triunfos consecutivos, dos en la Liga y dos en esta competición de la Copa, los discípulos de Manzano ya se sienten mucho más seguros sobre un campo de fútbol. Además, para hoy recuperan el pulmón de Zokora en el centro del campo y es lógico que el nivel de Jesús Navas tras su lesión vaya creciendo poco a poco. El entrenador, en esta ocasión, tendrá donde elegir, aunque no sería extraño que refrescara el once titular ante la acumulación de esfuerzos, más aún con la baja a última hora de Luis Fabiano.

Piensen en Dabo, Zokora, Cigarini, Negredo y Diego Capel como opciones claras para que las fuerzas se incrementen. El Villarreal, mientras, anuncia bajas importantes, pero más o menos las mismas las tenía en el Bernabéu y ya se vio cómo sufrió el Real Madrid para derrotarlo. Por lo demás, avisan de que existe expectación, aunque en día entre semana raro sería que el estadio se acercara siquiera al lleno y el reto para los Jesús Navas, Kanoute y compañía no puede ser más atractivo.