Para Unai Emery, al igual que para todo el sevillismo, el de hoy es un día grande. Para José Antonio Reyes, quien lo acompañó en la sala de prensa y que estrena capitanía, también lo es. El entrenador vizcaíno, desde que llegó a la ciudad, no ha parado repetir que su sueño era disputar la Champions League con el Sevilla y la noche del estreno se prepara para vivirla con la máxima intensidad. Ni las bajas en la defensa, ni el último revés con la lesión de Beto, ni las dudas por no haber sumado aún ningún triunfo... minimizan la positividad y la tremenda energía con las que el de Fuenterrabía prepara cada compromiso oficial del equipo nervionense, mucho menos éste que significa la consecución de un sueño.

"La Champions es una ilusión para medirnos con los equipos más grandes de Europa y el mundo. Eso nos coloca en un lugar atractivo, bonito y difícil. Una vez que estamos ahí, queremos disfrutarlo y ser competitivos creando un camino de estabilidad para mantenerlo más años. Para ello necesitamos rendimiento y los jugadores trabajan para eso", explicó el preparador del equipo blanco, conocedor de que la competición garantiza que los rivales serán fuertes, por lo que recuerda que no hay que fiarse del mal momento que atraviesa el Borussia Mönchengladbach: "Los conocemos bien del año pasado, aunque tienen bajas importantes pero también han incorporado a buenos jugadores. Va a ser un partido de nivel Champions, muy exigente al igual que el conjunto del grupo. Nos va a retar y nos va a colocar donde podamos llegar. Trabajamos con las virtudes del rival siempre pensando en su mejor expresión para estar preparados al máximos en la aparición de sus mejores jugadores, que los tiene. El año pasado ya nos demostró su calidad, su buen trabajo y la dificultad que supone enfrentarles. En todo ese potencial también buscamos dónde puedan tener menos bien y cómo poder ir ganando terreno sobre ellos. Los hemos estudiado y esperemos que salga lo que queremos".

Emery no se asusta por las bajas. Considera que la plantilla tiene nivel y que está preparada para cuando lleguen curvas como ésta. "Aunque uno no las quiere, contempla las circunstancias que se van generando. El año pasado ya nos ocurrió lo de Beto y la parte paralela es que tenemos a Sergio Rico con experiencia y rendimiento para seguir creciendo. Hay que darle naturalidad y continuidad. Las lesiones en defensa también están dentro de lo que pueda ser normal, pero han sido quizás más en número. Aun así, tenemos la fortuna de que el último día incorporamos a Andreolli, que es un chico muy profesional y las primeras sensaciones han sido muy positivas", precisó confiado y convencido del rendimiento de los profesionales, en este caso en el meta de Montequinto, que precisamente hizo su mejor partido con la camiseta del Sevilla en la visita del equipo de Favre al Sánchez-Pizjuán la temporada pasada en la Europa League: "El año pasado dio un paso adelante en su crecimiento y se le abre la puerta para corroborarlo con trabajo y partidos de nivel".

El técnico tampoco está preocupado por la falta de gol que atraviesa su equipo, en el que, salvando la Supercopa de Europa, sólo ha marcado N'Zonzi ante el Levante. "El gol es una insistencia en lo que queremos. Hemos llegado a portería en suficientes ocasiones durante los dos partidos fuera de casa como para ganar. Cuando encontremos la dinámica adecuada, con esas mismas ocasiones llegarán las victorias. Tenemos confianza máxima en los hombres de arriba y en los de segunda línea, que también son muy capaces de hacer gol".

Por su parte, Reyes también lleva tiempo contando los días para este partido. "Siempre lo he dicho, mi sueño era jugar con el Sevilla la Champions, siendo capitán de este equipo para mí es un orgullo. Será un partido muy especial como sevillista y como sevillano. Este torneo no se juega todos los días, es un partido muy atractivo sabiendo que tenemos que ganar", indicó el utrerano, que sabe cómo los disfruta la afición. "Ojalá podamos darle esa alegría a la afición y a nosotros mismos", subrayó.