Una 'venta' paralizadora
El Villarreal desconfía del futuro del Betis y exige a Lopera que avale los pagarés para traspasar a Matilla · Víctor Fernández se muestra cada día más inquieto
El rumor cada día más acentuado de que Manuel Ruiz de Lopera ha vendido su paquete de acciones del Betis a un grupo encabezado por el empresario Luis Oliver está perjudicando seriamente al futuro inmediato de la entidad, principalmente en lo que se refiere al apartado deportivo.
Cierto que cualquier día nos podemos desayunar con que el traspaso de poderes es un hecho, pero no lo es menos que tras éste pueden existir otros contratos que lo invaliden y que nadie ve hoy a Lopera fuera de la sociedad. El club verdiblanco, a través de sus medios oficiales, ha desmentido que la entidad haya cambiado de manos, pero los clubes con los que el Betis trata de hacer negocios cada día se fían menos.
Es el caso del Villarreal, que hace seis meses aceptó el traspaso de Jonathan Pereira por 3,4 millones de euros sin que nadie le avalase los pagarés recibidos para varios años y hoy no acepta desprenderse de Matilla sin garantías de cobro por parte de Lopera -el único con capacidad para avalar en el Betis, ya que el resto de consejeros no pintan nada, como ellos mismos declararon a la Guardia Civil-.
Matilla está tasado en 3 millones de euros, aunque podría salir incluso por menos dinero, pero esa traba está imposibilitando el acuerdo entre los clubes más que la mínima reticencia a firmar de un futbolista que, lógicamente, tiene como primera opción hacer la pretemporada con el primer equipo del Villarreal y jugar en la máxima categoría.
La clave está en las supuestas negociaciones de venta, en ese principio de acuerdo que parece haber... En toda esa nebulosa que motiva los recelos de cualquier vendedor, a la que se une que Lopera, el 14 de julio, tiene que sentarse delante de una juez para declarar como imputado de una presunta apropiación indebida.
Y Matilla, además, es una de las prioridades de Víctor Fernández junto con un central de garantías, aunque ambos parecen cada día más lejanos, sobre todo tras una primera semana de contrataciones, en la que llegaron Momo, Jorge Molina y Salva Sevilla, que no se ha visto refrendada con la siguiente, en la que se han ralentizado las operaciones que ya estaban emprendidas.
Lógicamente, el que será el entrenador del Betis la próxima temporada trabaja junto a los miembros de la secretaría técnica en recambios para las primeras opciones por si éstas se esfumasen, pero se resisten a firmarlas antes de tiempo aun incurriendo en el riesgo de que mañana pueda ser tarde.
Es el caso de los centrales Pulido y Samuel. Ambos son del agrado de Víctor Fernández y de Manuel Momparlet, pero ninguno ofrece la garantía total ni la jerarquía que el técnico exige para su primer central, para el que baraja a futbolistas de un nivel superior.
"Es cierto el interés del Betis por Samuel y así me lo confirmó el Elche hace tiempo. Pero se cerró el fichaje de Jorge Molina y éste no se hizo. Desde entonces está todo parado", afirma Mario Parri, agente del central alicantino.
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