Ebro Puleva baja en la Bolsa tras vender su división láctea
El sector considera un precio excelente los 630 millones que pagará la francesa Lactalis, pero el anuncio de venta de las cajas España y Duero castiga la acción
En el sector de industrias lácteas se considera que Ebro Puleva ha conseguido un precio excelente por su división láctea, vendida al grupo francés Lactalis por 630 millones de euros. Pero la Bolsa no comparte esa impresión. La compañía lideró en la sesión de ayer las pérdidas en el Íbex 35, con una bajada del 4,83%. Aunque ese movimiento fue más provocado por el anuncio de Caja Duero y Caja España de que están dispuestos a vender sus participaciones en esta multinacional, que suman un 11,31% del capital. Ambas se disponen a pedir 560 millones de euros al Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria, previsto para facilitar las fusiones de entidades financieras. La venta de sus paquetes del 6,15 y el 5,16% podría reportarles la mitad de esa cantidad.
En Andalucía, la noticia de la venta ha causado inquietud entre los ganaderos. La COAG ha criticado que el Gobierno, propietario a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) del 8,6% de Ebro Puleva, no haya facilitado la venta a una compañía más vinculada al tejido productivo nacional. Esto parece una alusión a Capsa o a Pascual, que pujaron sin éxito por quedarse con la división lechera de la compañía presidida por el sevillano Antonio Hernández Callejas, cuya familia es el primer accionista de Ebro Puleva, con un 15,7% del capital.
Con esta compra, Lactalis se convierte en el número uno en España es leches especiales y en número dos en volumen total, muy cerca del líder que es Capsa, la matriz de la Central Lechera Asturiana. Pascual se queda en tercer lugar. Lactalis es el segundo fabricante europeo de lácteos y primero en quesos. Tiene un facturación global de 8.500 millones de euros y 37.000 empleados en 25 países. En España empezó en Lugo hace 25 años, pero ha ido realizando adquisiciones en un país en el que hay todavía un gran minifundismo empresarial en productos lácteos. Tras la compra hace un mes de la compañía castellano-manchega Forlasa, líder en fabricación de queso, y ahora de Puleva Food, la empresa de la familia Besnier se convierte en uno de los grupos lácteos españoles de referencia.
La operación anunciada ayer, tardará entre tres y seis meses en materializarse. Durante cuatro semanas se van a auditar las cuentas de Puleva Food y después la compra venta tendrá que ser autorizada por autoridades europeas de la competencia. El procedimiento de venta de la división azucarera de Ebro, cerrada por 526 millones de euros en noviembre de 2008 a la compañía británica British Sugar , no finalizó hasta el 30 de abril de 2009. Vendidos Ebro y Puleva, los negocios azucarero y lácteo de esta multinacional española, los observadores piensan que debe cambiar de nombre, aunque esa es una decisión que debe tomar eventualmente su consejo de administración, y tiene que cumplir unos trámites precisos, al tratarse de una empresa cotizada en Bolsa. Continuará la relación entre Puleva Biotech, que seguirá en el Grupo Ebro, y Puleva Food, vendida a Lactalis. Está unida por un contrato marco que se renueva cada cinco años, según ha declarado a este diario Gregorio Jiménez, presidente de Puleva Biotech.
Ebro Puleva es el líder mundial en arroces y el número dos en pastas. Y estos dos sectores son su apuesta de futuro. Tiene el 23% del mercado norteamericano del arroz, con su marca Riviana, y es líder en mercados europeos tan potentes como el británico, el alemán o el francés. Su principal objetivo es dedicarse a los precocinados, en los que pretende también un liderazgo mundial.
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