La firma inicia en julio las obras de su planta de etanol más avanzada
Estará situada en Kansas y producirá 11 millones de litros a partir de desechos de maíz
Abengoa mantiene con firmeza su apuesta por los biocombustibles pese al surgimiento de fuertes competidores como el vehículo eléctrico o las críticas por la presunta generación de gases de efecto invernadero y de presiones inflacionistas en los precios de las materias primas. "Somos optimistas sobre el futuro de los biocombustibles. No es un tema de dirección, sino de velocidad, que depende del compromiso que los gobiernos estén dispuestos a asumir con las generaciones futuras. Los gobiernos que no se comprometan serán acusados por no hacerlo", aseguró ayer el consejero delegado de la multinacional andaluza, Manuel Sánchez Ortega, en la apertura del World Biofuels 2011, un encuentro de carácter anual organizado por la firma que reúne a los principales expertos del sector.
Como muestra de que la apuesta no tiene marcha atrás, Sánchez Ortega anunció que el próximo mes de julio comenzará la construcción de la primera planta de etanol celulósico o de segunda generación de Abengoa, situada en Hugoton, en el estado de Kansas (EEUU). Tras su puesta en marcha, prevista para 2013, producirá hasta 100 millones de litros anuales a partir de desechos de maíz. Esta producción se destinará principalmente a EEUU, que ha hecho del biocombustible una de sus banderas medioambientales. La factoría de Kansas se basará en la experiencia recogida en la planta experimental de Abengoa de Salamanca, operativa desde hace un año y que puede producir hasta cinco millones de litros a partir de paja de trigo.
Para Abengoa, la principal traba es la divergencia del apoyo oficial según los países. Mientras que en EEUU se establece por ley que en 2015 se consuma un mínimo de 57.000 millones de litros de etanol, en España se limita al 5% la mezcla de etanol con la gasolina de 95 octanos. Sánchez Ortega reclamó al Gobierno español que se eleve este tope al 10% este mismo año para equipararlo a los principales países europeos.
La diferencia entre la primera y la segunda generación de biocombustibles radica en que no se utilizan materias primas destinadas a la alimentación. Además, constituye el principal nicho de crecimiento del sector. El directivo apuntó que antes de 2012 se iniciarán proyectos en EEUU con una capacidad máxima de alrededor de 600 millones de litros de etanol, en los que participan algunas petroleras. Pese al auge del sector, la compañía descarta por el momento lanzar a bolsa su división de biocombustibles, según declaró en un coloquio posterior el presidente de Abengoa Bioenergy, Javier Salgado.
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