El 37% de los viajeros rurales consideran que los alojamientos son caros, casi siete puntos porcentuales más que en 2010, frente al 57,5% de los usuarios de turismo rural que consideran que este tipo de establecimientos son baratos, según datos de la quinta edición de La Radiografía del Viajero Rural 2013 elaborada por el buscador Toprural. Por ello, el precio se ha convertido en un factor decisivo en la elección de un alojamiento rural frente a otro para siete de cada diez viajeros rurales, por encima de condicionantes como el entorno (52,1%), las características y servicios (49,6%) o las recomendaciones de amigos y familiares (43,4%).

En declaraciones a Europa Press, el director de Comunicación de Toprural, Joseba Cortázar, subrayó que el margen para ajustar precios de los alojamientos rurales es menor que el de los hoteles, insistiendo en la necesidad de conseguir precios competitivos, aportando valor y sin perder de vista la calidad.

No obstante, el 57% de los españoles afirma que se considera viajero rural, ya que practica este tipo de turismo habitualmente y señala que se ha hospedado en un alojamiento al menos una vez en el último año.

Las cifras demuestran un aumento de algo más de dos puntos porcentuales con respecto al informe anterior, publicado en 2010, aunque recogen un descenso en el número de viajes rurales anuales pasando de las 3,05 veces de media hace tres años a unas 2,36 veces en la actualidad.