El Fiscal

Dos corazones cofrades

  • Homenaje de las hermandades de la Madrugada a dos ex hermanos mayores que deberían ser referencia para los más jóvenes

Pepe Moreno y Manolo García

Pepe Moreno y Manolo García / M. G. (Sevilla)

El mérito de la fidelidad a sus hermandades y de la autenticidad como sello personal. No es poco y lo es todo. Dicho sea sin almíbar, que hace mucho calor. Los hermanos mayores de la Madrugada han rendido homenaje a Manuel García, ex hermano mayor de la Macarena, y Pepe Moreno, ex hermano mayor de los Gitanos. Los dos dejaron huella en sus hermandades, a las que ya se entregaron sobradamente antes de alcanzar el máximo cargo. Y en ellas siguen. Dos cofrades con un elevado grado de eclesialidad, como le gusta decir a monseñor Asenjo. La pandemia y la necesidad de hacer coincidir las agendas demoraron un almuerzo de hermandad que debió ser una delicia. ¡Menudas historias pueden contar los dos! Pepe es la sonrisa de San Román, aunque ahora sea del santuario. Y Manolo te puede contar hasta cuando los industriales de la Encarnación fueron a pedirle al cardenal Bueno Monreal que mediara para que les dejaran descansar los domingos. 

Los participantes en el almuerzo Los participantes en el almuerzo

Los participantes en el almuerzo / M. G. (Sevilla)

Los jóvenes deben conocer a estos cofrades que tienen muy poco que ver con una Semana Santa de consumo. Hay más por fortuna, claro que los hay. Pero ellos asumieron responsabilidades que les pusieron en la luz de los focos. Vivieron sinsabores. Ya lo dijo el cardenal Amigo muchas veces. ¡Ser hermano mayor en Sevilla es poner en riesgo muchas cosas! Y hasta notar esa fría soledad que se siente con frecuencia en los principales puestos de cualquier organización. Esas etapas pasaron para García y Moreno, que ahora son la sede de la sabiduría, en expresión del papa Francisco. Qué buen rato tuvieron que pasar los participantes en el almuerzo, incluido el presidente Vélez. La comida fue en Casa Román, la del muy macareno Antonio Castro.

Que viene, que viene...

Se acerca el día de las votaciones en San Gregorio. De momento continúa el juego limpio, al menos de cara al público. Esperamos con interés las entrevistas a los candidatos. Queremos saber qué modelo de Semana Santa defienden, qué medidas querrían tomar en el futuro en el plano logístico y en el económico. De lo contrario, esto se parecerá (oh, casualidad) a estos días de campaña en Andalucía en los que todo se ha enfocado a captar el voto desde la emoción. Estoy seguro de que muchos demandan saber si algún candidato cree que el Ayuntamiento manda demasiado en la Semana Santa, si hay que reducir sillas en el avispero de Sierpes (cuantas, cómo y cuándo), si hay que seguir pagando el cartel (Vélez ha sido el primero en hacerlo y con acierto) pero con un caché más elevado, si hay que hace valer todavía más la marca del Consejo de Cofradías a la hora de gestionar más y mejores patrocinios... ¡Y reiteramos la necesidad de una absoluta transparencia en las cuentas! No tengáis miedo, como dijo el papa Juan Pablo II. Por no dejar las referencias eclesiásticas. 

Con peso en Roma

Monseñor Saiz, que ya es la sonrisa de la Diócesis con permiso de Marcelino Manzano, ha recibido esta semana al prefecto para la Congregación de los Santos, de la que el arzobispo de Sevilla forma parte. Cada vez se aprecia con más nitidez que nuestro prelado tiene sus buenos contactos en Roma... El rector de la Basílica de la Macarena ya ha sido enviado al Vaticano y él mismo tiene puesto en la citada congregación. No es por abrir debates, ni fomentar el carrerismo (expresión muy del gusto de nuestro querido don Juan José Asenjo), pero tal vez en un tiempo prudencial podrían llegar buenas nuevas. ¿Para quién? Con este pontífice nunca se sabe. De momento le han importado poco la edad de los nuevos purpurados y el peso de las ciudades. 

¿Pesadez?

Cada año se reiteran las quejas por la cantidad de cofrades que forman parte del cortejo del Corpus. En esta ocasión llevábamos dos años sin comitiva. Decimos lo mismo que con los nazarenos. ¡No se puede limitar la participación! Busquen soluciones. Quizás una de ellas consista en no separar tanto los pasos. Pero todo el que quiera acompañar al Santísimo Sacramento puede y debe hacerlo. La gran reforma sería enseñar que en esta procesión no se debe ir de tertulia con el que va delante o detrás, saludando al público y mucho menos usando el teléfono móvil. Vimos de todo y en todo tipo de participantes: desde los cofrades de los barrios más alejados del centro o los señores del chaqué. La procesión del Corpus no debe ser la Pasarela Dustin. Y en eso vamos a peor. ¡Urgen unas recomendaciones al respecto!

La lección de Dior

La cláusula de confidencialidad impidió a determinados artesanos locales (Jesús Rosado, Orfebrería Ramos y Faroles Salcedo) anunciar su participación en el gran desfile que la casa de alta costura organizó con éxito en la Plaza de España. Alguno con guasa anuncia que en el Consejo de Cofradías podrían hacer firmar una cláusula parecida a todos los consejeros el día de la toma de posesión. Bromas aparte, por lo menos algunos se han enterado del valor de nuestra artesanía. ¡Por fin! Y eso que los hay que se esfuerzan y con mucho mérito en esta tarea, como Francisco Carrera Iglesias, el gran Paquili. Es propio de pueblos indolentes y acomplejados el no valorar lo propio hasta que lo hace alguien de fuera. Bueno está lo bueno... 

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