El Fiscal

¿Se reconoce usted en la Semana Santa de Sevilla de formato largo?

Abonado de la Plaza de la Campana.

Abonado de la Plaza de la Campana. / M. G.

En enero de 2003 se celebró en la Catedral de Sevilla un acto conmemorativo del centenario de la Concordia, el acuerdo alcanzado por el Gran Poder y la Macarena para acabar con los problemas y zanjar las discusiones en el orden de paso por la carrera oficial en la Madrugada del Viernes Santo. Los entonces hermanos mayores José León-Castro y Juan Ruiz plantearon con tal motivo al presidente del Consejo de Cofradías, Manuel Román, la posibilidad de que el Señor y la Virgen de la Esperanza presidieran el vía crucis de las hermandades del primer Lunes de Cuaresma. Aquello se planteó con discreción en el transcurso de un almuerzo en Oriza. El asunto se debatió en la junta superior correspondiente, pero con el resultado negativo que el presidente ya preveía, tal como había adelantado a los proponentes. No hubo ni la más mínima opción. Y repetimos: la propuesta partió de los hermanos mayores. ¡Cómo hemos cambiado! Hoy es la autoridad eclesiástica la que saca las imágenes a la calle. Entonces fueron dos hermandades con un criterio que no fue avalado por los propios señores del Consejo. Todo quedó en el seno de los cofrades. Estaba muy reciente todavía la nueva normativa diocesana, que entró en vigor en 1999. El debate –muy ruidoso– se centraba en la incorporación de las nazarenas más que en la pérdida de autonomía de las hermandades.

Otro ejemplo. Fue Eduardo del Rey Tirado, escritor y pregonero, quien planteó si el Silencio debía renunciar a la salida extraordinaria con motivo del 150 aniversario del Dogma Concepcionista prevista para mayo de 2004. Estaba y está establecida una procesión de gloria cada cincuenta años, pero como ya entonces sufríamos una saturación de salidas fuera de Semana Santa... La Virgen salió con el acompañamiento de la Banda del Maestro Tejera, la Giralda fue engalanada y hubo luminarias. Pero el criterio quedó expuesto y tenía y tuvo su interés. Lo que hacía 50 años había sido extraordinario, a lo mejor había dejado serlo. Aquel criterio recobra valor veinte años después. Insistimos: no hace falta que el cofraderío quiera salir a la calle, pues son los curas ahora quienes mandan sacar los pasos como exhibición de músculo. ¿Se dan cuenta cómo está cambiando todo, incluso en una tendencia no prevista o difícilmente imaginable?

Con esta evolución en los últimos 25 años, cada vez encontramos más sevillanos que no se identifican con la actual Semana Santa de formato largo. La llamamos así por analogía con la Feria desde que el alcalde Espadas apostó por ampliarla por presiones del sector turístico. Para extender la Semana Santa todo el año no hizo falta ninguna consulta popular, sino el empuje de las nuevas cofradías (algunas de ellas verdaderamente meritorias e importantes), la ambición más o menos prudente de hermanos mayores deseosos de presidir pasos con traje de chaqueta y, finalmente, una serie de prelados dispuestos a coronar y promover salidas extraordinarias. ¡La tormenta perfecta! La pandemia no sólo acabó con los excesos, sino que los justificó una vez pasado el tiempo de las mascarillas.

Muchos sevillanos tienen un problema de identidad con esta Semana Santa desmesurada. No se trata de idealizar el pasado, sino de tener claro que vivimos en el exceso. ¿Es precioso admirar ciertas imágenes en sus pasos esplendorosamente montados un mes de octubre? Objetivamente, sí. Pero el contexto, como apuntaba Eduardo del Rey hace veinte años, ha modificado sustancialmente las condiciones. ¿Tiene interés para un cofrade contemplar próximamente a la Virgen de Valme en la Catedral? De nuevo, objetivamente sí. Pero llegamos a ese día después de la salida de la Virgen de las Angustias y con la certeza de que la Virgen del Patrocinio saldrá el día posterior. Otra vez el contexto.

Sin incurrir en ninguna falta de tacto, hay muchos cofrades que no esconden su rechazo al manoseo de las imágenes sagradas. Y en breve comenzará el debate sobre la fecha de salida de los pasos que participarán en la procesión que remata (nubla, reduce, esconde y deja insignificante) el II Congreso de Hermandades, previsto para 2024. Algunas hermandades ya han advertido que no pueden salir dos o tres días antes porque, por ejemplo, hay bodas ya fijadas. ¡En guardia el Ayuntamiento para semejante movilización! Que preparen el campo de la Feria para los autobuses de visitantes. ¡Alerta los bares! ¡Que se refuercen los servicios de Tussam! ¡Viva el impacto económico que todo lo justifica! ¡Hagamos una procesión tal que nos tomen por locos! ¿No se ha llevado la final de la Supercopa de España a Marruecos y Arabia Saudita? Pues ya vamos a ver pasos en Roma... y lo que te rondaré. El mundo globalizado requiere de excesos o apuestas, según se mire. Esto va rápido. ¿No se reconoce usted en la actual Semana Santa, interminable, desmesurada y a punto de ser desubicadora? Pues siéntese en la puerta de su casa... que verá pasar una cofradía. Y dos. Y tres...

¿Y las piratas?

Cada vez son más las denominadas cofradías piratas en todas las diócesis andaluzas. Algunas cuentan con miles de seguidores, como se aprecia cada año que organizan la salida procesional. No sin buen humor, alguien apuntó el otro día en una tertulia la conveniencia de organizar una magna con una selección de piratas. Estamos viendo cosas tan asombrosas que ya no nos sorprenderíamos de nada. Tenemos hecho el cuerpo a todo, ¿verdad? Y alguno creía hace años que el capirote de rejilla era el mayor escándalo que iba a conocer... Já.

Medida recomendable

Como los presupuestos de algunas hermandades son cada vez más elevados y la gestión se vuelve más compleja, no son pocos los hermanos mayores que se plantean suscribir el seguro que cubre la responsabilidad civil de los directivos. Se trata de una medida muy conveniente si se reflexiona de manera pausada.

Detalle

El que tuvo el periodista Francisco Correal, el admirado y muy querido Paquiño, al ceder la Medalla de Sevilla que tiene concesa por el Ayuntamiento para que la luciera la Virgen de Todos los Santos en su procesión anual.

Tribunales

La Fiscalía sostiene que la pelea de la Calle Arfe no fue el detonante de los incidentes de la Madrugada de 2017, la última de las cinco en las que sufrimos desagradables tumultos que han dejado la Semana Santa herida por mucho tiempo. El Ministerio Público ha pedido penas de entre 2,5 y tres años de cárcel para los diez acusados imputados en las dos piezas separadas en las que se dividió la investigación. Es de esperar que, al menos, este pronunciamiento del fiscal sirva para que el gobierno de la ciudad, que se estrena con la Semana Santa en 2024, no solo no levante las medidas de seguridad aplicadas hasta 2023 sino que las refuerce. Y olvide para siempre los mensajes que generan dudas en asuntos tan delicados como la seguridad. La Madrugada en particular se encuentra en una suerte de UCI durante muchos años.

Con todos los detalles

A la procesión de la Virgen de Valme y San Fernando no le faltarán ni los niños carráncanos de la Archicofradía Sacramental del Sagrario de la Catedral.

El Lagarto de la Catedral: "El titular de esa parroquia tan prestigiosa del centro, de la que hasta han salido beatos, debería tener más tacto y no decirle a esa niña que no puede ser monaguilla por ser sencillamente mujer. La respuesta no es de recibo, está fuera de lugar. Urge cordura en este asunto"