El Zaguán

Rosamar Prieto-Castro: "Quiero mucho a Felipe, pero soy una sanchista convencida"

Rosamar Prieto-Castro en El Zaguán de Carlos Navarro Antolín / Juan Carlos Muñoz

Hace más de una década que dejó la vida pública, pero no el PSOE, al que se afilió el 13 de diciembre de 1988, el día de la primera huelga general contra el Gobierno de Felipe González. En una etapa anterior estuvo en el PSA de Alejandro Rojas-Marcos, una formación de la que salió al considerar que cada vez era menos "socialista". Ha conocido, tratado y trabajado con los principales líderes de la política andaluza, sufrió la presión de la extrema derecha en los años de la Transición, fue una feminista en tiempos adversos y ahora ve con preocupación la falta de concordia entre diferentes de diferentes partidos. 

Rosamar Prieto-Castro (Granada, 1947) vive entre Sevilla y Almería. En la tertulia defiende la figura del presidente Sánchez, critica la gestión del actual alcalde, confiesa que se siente muy incómoda en el centro de la ciudad y, por supuesto, recuerda el cariño y el reconocimiento que le profesaron los sevillanos con una cerrada ovación en el Teatro de la Maestranza el Domingo de Pasión de 2011, el último que vivió como delegada de Fiestas Mayores. 

Tiene un amargo recuerdo del trato que recibió Pedro Sánchez de miembros del PSOE andaluz: "Dieron un golpe de Estado dentro del partido para quitarlo".