Auna semana de las elecciones, las últimas encuestas [El País, El Mundo, eldiario.es, elconfidencial.com] sólo se ponen de acuerdo en una cosa, el orden en el que quedarán los partidos: primero PP, segundo Podemos, tercero PSOE y cuarto Ciudadanos. En el resto no coinciden. Unos sondeos le dan a Rajoy subidas de cinco a seis diputados y otros, bajadas de diez u once. Estará entre 112 y 129. La diferencia entre la parte baja de la peor y la parte alta de la mejor es de 17 escaños. Demasiado. Al PSOE hay quien le da un descenso de 17 escaños y quien sólo le hace perder cuatro. Sánchez tendrá entre 73 y 86 diputados en su grupo. La escala entre su pésimo y su óptimo es de trece. Trece también son los escaños de margen en las horquillas sobre Podemos: Iglesias oscila entre 82 en lo más bajo y 95 en lo más alto. El avance puede ser grande, de once escaños o abismal de 24.  Y Ciudadanos baila entre 32, como peor supuesto y 41 en el mejor de los casos. O sea, puede perder ocho o ganar un diputado. Un panorama muy abierto. En algún caso la suma de Podemos y PSOE roza la mayoría absoluta. Sánchez sigue sin develar si apoyaría a Iglesias. Pero si se da el escenario más desventajoso, tendría que dimitir la misma noche electoral, como Almunia en 2000. Y en ese caso no tendría que pronunciarse.