Entrevistas

Ardanza: "Yo aposté por el entendimiento entre todos los vascos demócratas"

  • En sus 14 años de lehendakari (1985-99), trazó el pacto de Ajuria Enea contra ETA, y el Plan Ardanza, que no cuajó · Hace unas semanas presentó 'Pasión por Euskadi', sobre su vida política.

José Antonio Ardanza (Elorrio, Vizcaya, 1941) fue lehendakari del Gobierno vasco entre 1985 y 1999. Antes este licenciado en Derecho por Deusto, que militaba en las Juventudes del PNV desde 1961, fue alcalde de Mondragón y presidente de la Diputación Foral de Guipúzcoa. En sus 14 años de lehendakari buscó vías de diálogo entre los partidos democráticos, con el pacto de Ajuria Enea (1988) contra ETA, y el Plan Ardanza, que no cuajó. Tras su retirada de la política, es presidente de Euskaltel, empresa vasca de telecomunicaciones. Hace unas semanas, presentó Pasión por Euskadi,  memorias sobre su vida política.

-¿Por qué ha publicado ahora sus memorias? 

-Hay cosas novedosas, pero las he escrito también para que la gente vuelva a recordar. Me tocaron los años duros del plomo, con muchos atentados.

-¿Qué es más novedoso?

-Aparece el personaje, quién fue José Antonio Ardanza, aquel joven comprometido desde principios de los 60 en las Juventudes del PNV. Yo me escapé a Francia huyendo. Ahí se entiende mi compromiso. He luchado contra la dictadura del franquismo y contra la dictadura de ETA. No me han gustado los fascismos.

-Aporta otros datos...

-Sí, por ejemplo explicito la propuesta que pedí a expertos internacionales para el problema de Euskadi, que desembocaría en la fórmula del estado libre asociado. Pero lo mejor es leer el libro. 

-¿Quedó satisfecho de sus 14 años de lehendakari?

-Para un vasco, ser lehendakari es el mayor orgullo. En mis aspiraciones, unos objetivos se cumplieron y otros no. Pero ser lehendakari fue un honor.

-¿Qué fue lo mejor?

-Mi objetivo fue trabajar por la paz y el entendimiento entre los vascos. Hay dos conceptos entre los vascos: los que se identifican con España como patria y nación, y los que se identifican sólo con Euskadi. Y eso, interferido por la violencia de ETA. Yo aposté por el diálogo y el entendimiento entre todos los vascos demócratas, tuvieran una identidad u otra.

-¿Qué le hubiera gustado hacer y no pudo?

-Ya digo que mi mandato se volcó a favor de la paz. En el 99 creí que habíamos alcanzado la paz, estuvimos muy cerca, pero no se pudo cerrar. ETA volvió a matar... Han pasado 13 años, y creo que hoy sí se puede cerrar la paz. Lo de entonces tuvo que ver con lo de hoy.

-Le pregunto por los lehendakaris. Garaikoetxea le precedió.

-Mi primer recuerdo de Garaikoetxea es el del primer lehendakari del PNV, pero también fue después el que provocó la ruptura de mi partido. Él sabrá por qué lo hizo, fue muy triste.

-Después de usted, llegó Ibarretxe.

-Pasó momentos muy difíciles. Había una crispación enorme, con los años más duros de Aznar y Mayor Oreja. Les hizo frente... Es cierto que yo algunas cosas las hubiera hecho como Ibarretxe y otras no, pero no lo voy a juzgar.

-Y ahora está Patxi López.

-Está a consecuencia de un disparate, como es el pacto del PSE y el PP, que en España son adversarios a muerte y en Euskadi son aliados. Ese apoyo de la derecha a la izquierda es una incoherencia y se nota. Pero es legítimo, fue elegido por un Parlamento, aunque es verdad que faltaba Batasuna.

-¿Cómo fue su relación con Felipe González?

-Con Felipe González en la Presidencia empecé una relación franca y fluida. Después me llegó la decepción, una frustración, porque tenía una gracia especial, sí, pero no se avanzaba.

-¿Y con Aznar?

-Con Aznar de presidente fue distinto. Era más hosco, de menos palabras. En su primera investidura, el PNV le dio los votos. Se fue volviendo más prepotente y con la mayoría absoluta fue intratable. Ahora he visto que lo tienen un tanto apartado, porque Rajoy quiere un mensaje más centrado.

-¿Por qué fracasó el Plan Ardanza?

-Porque el PP, con Mayor Oreja, lo tumbó.

-¿Cómo ve hoy su plan?

-Planteaba resolver el contencioso histórico con España. Fue una pena, porque algún día volverá a estar sobre la mesa ese plan. Sin violencia, sólo quedará el conflicto político. Entonces ETA lo enturbiaba.

-¿La decisión de ETA de renunciar a la violencia ha sido electoralista?

-No, electoralista no es. La decisión de ETA tiene que ver con su fracaso. La sociedad vasca le pedía la retirada. Desde el atentado de la T4, que dinamitó la esperanza de paz, había un hartazgo enorme. Hasta Otegi dijo que no tenían futuro. ETA es un absoluto fracaso.

-Pero beneficia a Amaiur…

-Eso es otra cosa, que se intenten aprovechar, como ya pasó con Bildu.

-¿Se debería negociar con ETA tras las elecciones?

-Negociar nada. No hay que negociar. Dialogar sí, habrá que hablar para culminar la liquidación de ETA. Si entregan las armas, ¿cómo y dónde lo hacen? ¿En la Gran Vía de Bilbao? Y los que están en el extranjero, ¿vuelven o no? Eso habrá que hablarlo.

-De amnistía para los etarras, ni hablar…

-No. La amnistía ya se dio en 1977 y se acabó. Lo que podría caber es algún indulto personal, caso por caso.

-¿Qué casos?

-Hay personas en la cárcel por pertenecer a ETA, pero sin delitos de sangre. Y hay gente distanciada de ETA desde hace muchos años, que no quiere saber nada de ellos. Casos así.

-¿Cuál debe ser el papel de las víctimas en esta etapa?

-Es el tema más delicado. Lo que tengo claro es que, en primer lugar, se les debe un reconocimiento. La víctima es un ser inocente que ha sufrido una situación injusta. También se les debe la memoria, que debe estar a favor de las víctimas. Pero la víctima no puede ser ni juez, ni legislador.

-¿A qué se refiere?

-La memoria, que es justa, no debe llevar a la venganza. Para garantizar la justicia está el Estado de Derecho. 

-¿Qué diría a los andaluces sobre el final de ETA?

-Les doy las gracias. Muchos vascos que estaban en situación difícil se refugiaron en Andalucía en estos años. No sólo por el clima o la distancia, sino por su gente. Los vascos siempre les deberemos gratitud. Yo voy mucho a Andalucía, paso mis vacaciones en Marbella.

-Dejó la política activa y es presidente de Euskaltel.

-Mi actividad es empresarial. No nací para ser lehendakari. Tuve la inmersión política en un momento histórico y volví a la empresa, que es mi vocación. Euskaltel es una de las empresas vascas más importantes.

-¿Volvería a la política?

-No, en absoluto. No salí con ningún síndrome.

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