Mariano Rajoy | Ex presidente del Gobierno

“Feijóo y yo nos parecemos, aunque no tanto”

Mariano Rajoy Mariano Rajoy

Mariano Rajoy / Juan Carlos Vázquez

UN EX PRESIDENTE MUY DE LOS DEBATES. Hasta sus más acérrimos enemigos aplauden la oratoria parlamentaria de Mariano Rajoy (Santiago de Compostela, 1955), político tranquilo al que muchas veces se lo acusó de dontancredismo. Volvió a su plaza de registrador de la propiedad tras toda una vida en cargos públicos y de presidir el Gobierno entre 2011 y 2018. Esta semana ha cerrado en Tomares (Sevilla) el Foro España a debate.

–Cumple 69 el 27 de marzo, ¿por qué sigue currando?

–Porque amo la vida y para seguir vivo hay que mantenerse en forma física y mental. Por eso hago deporte, trabajo, leo, doy conferencias y hablo con mucha gente de muchas cosas.

–De haberse pasado toda la vida de registrador de la propiedad, ¿habría estado más tranquilo, habría sido más feliz, ambas o ninguna?

–Más tranquilo, seguramente;más feliz, vaya usted a saber. Me gustan los retos, que las cosas vayan mejor, aunque me disgustan los chisgarabises que pululan y proliferan por doquier en la vida política y aledaños, pero también hay personas buenas y hay que protegerlas, son necesarias... mucho.

–¿Quién tiene que firmar más documentos: un presidente del Gobierno o un registrador de la propiedad?

–Cuando era presidente tenía delegada la firma, que no las decisiones. En mi profesión eso no es posible.

–Una pregunta legendaria para alguien que presidió una. ¿De dónde sale el dinero de las diputaciones?

–La mayoría son transferencia de la Administración Central del Estado. Sin las diputaciones la vida en los pueblos sería mucho peor.

–Opositor y aficionado al ciclismo. Lo suyo es el vicio solitario...

–Creo que tengo pocos vicios y son públicos. A veces conviene estar solo, otras en buena compañía, qué quiere que le diga.

–Hablando de bicis: ¿Pogacar o Vingegaard? ¿Carreras con pinganillo o sin él?

–Mejor Pogacar. Los dos son muy buenos, pero él ganó la Vuelta a Andalucía y estoy en una entrevista en un periódico andaluz, conviene hacer amigos. El pinganillo me recuerda al VAR. Sólo crea confusión. Por tanto, fuera el pinganillo, y en el Congreso también, tenemos una lengua común en la que todos nos entendemos.

–¿Se ha planteado impartir clases de socarronería a Feijóo? Aun siendo gallego, no le llega a la suela de los zapatos...

–Feijóo y yo usamos el mismo número de zapato y somos muy parecidos, aunque no tanto y es verdad que de aquella manera. No me indisponga con el mando, por favor.

–Fue distinguido varias veces como mejor orador del Parlamento. Era usted imbatible.

–A los partidos de izquierda no les generaba mayor entusiasmo, normal. La clave para ganar un debate es saber de lo que hablas, algo no muy habitual, por cierto, y elevarte, porque si bajas al barro pierdes siempre.

–Algunas de sus frases forman parte del lenguaje popular. ¿No ha pensado en que su próximo libro sea uno de aforismos?

–Alguien ya lo hizo. Mal, pues sus intenciones eran aviesas. Mis frases tenían una virtud, no insultaban a nadie y además decían verdades como puños, por ejemplo "Viva el vino", por eso tuvieron tanto éxito.

–Crispación y falta de entendimiento, ¿los políticos de antes eran zorros y los de hoy son lobos?

–Por desgracia, el respeto y el buen humor no son valores que hoy coticen al alza... y de la falta de entendimiento mejor ni hablar. Cualquiera se entiende con el Frankenstein.

–No sé qué tal se vendió su Política para adultos, pero visto el panorama o no se leyó mucho o quien lo hizo no entendió nada.

–Se vendió muy bien. El problema es que sólo lo leyeron y entendieron los de mi cuerda... y los otros no. Tengo preparada otra edición, de bolsillo. Si persevero puedo conseguir algo bueno.

"La clave para ganar un debate es saber de lo que hablas y elevarte, si bajas al barro pierdes siempre"

–¿Echa más de menos vivir en La Moncloa o los enfrentamientos con Rufíán?

–Ni lo uno ni lo otro.

–¿Con qué adversarios aún habla o queda?

–Con algunos socialistas de mi época, nos une el sentido común, la Constitución española y lo que significó, entre otras cosas, voluntad de entenderse en lo fundamental.

–¿Qué habano se fumará cuando el PP vuelva a La Moncloa?

–Cuando vuelva a La Moncloa, que será pronto, haré lo mismo que cuando revalidamos la mayoría en Galicia: estaré en casa con mi mujer y mis hijos siguiendo los resultados y lo celebraremos discretamente.

–¿Aceptaría ser presidente de la república española?

–Por fortuna para España y para los españoles nadie podrá presidir lo que no existe.

–Madridista y amante del vino y de los puros. A españolazo no le gana nadie.

–Soy madridista, del Deportivo, me gusta el vino, dejé los puros y soy español, como la mayoría de quienes nos están leyendo.

–García Bragado compitió en marcha en ocho Juegos Olímpicos y fue concejal del PP, ¿no se anima a hacer el camino a la inversa?

–Conozco a García Bragado, buen tipo. Un gran marchador hasta los 50 años largos. Hoy creo que yo le ganaría y bien que lo siento, porque lo tengo en alta estima.

–¿Es hipotenso? No se inmuta en situaciones difíciles: el accidente de helicóptero, el puñetazo que le dieron en Pontevedra, el referéndum ilegal en Cataluña...

–Inmutarse, y menos aún enfadarse en exceso, no sirve para nada. Es una excelente forma de perder el tiempo. Así que hay que aplicarse a acabar con aquello que puede afectar a tu estado de ánimo y punto.

–Hablemos de los Looney Tunes: a usted se le asociará siempre con Piolín por el barco del 1-0; ¿hoy ve más a Sánchez como el Coyote corriendo detrás del Correcaminos Puigdemont o como a Pepe Le Pew dando la brasa y comiéndose a besos a la gata Penélope?

–Con esos datos que me da, sólo me acuerdo de Sam Bigotes, un pistolero malhumorado y enemigo de Bugs Bunny y el Pato Lucas.

–Me identificado con usted: tengo muchas canas en la barba, apenas en la cabeza y dicen que me tiño...

–Haga como yo: cuando le pregunten diga la verdad, que no se tiñe; si su interlocutor no se lo cree, dígale que tiene razón, que sí se tiñe. Total, a usted qué más le da, y además le hace feliz.

–¿Cuántas veces al día le agradece la moción de censura a Sánchez?

–No hay nada positivo en aquella moción basada en excusas falsas y que ha traído al peor Gobierno de la democracia, como comprobamos todos los dias.

–"Hasta aquí hemos llegado", don Mariano.

–Eso sólo se lo dije a alguien en un debate de televisión porque hay cosas que uno no tiene por qué aguantar.

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