Teresa Portela | Piragüista

"Algún día tendré artritis"

Teresa Portela.

Teresa Portela. / Cabalar / Efe

Más de 30 medallas entre Mundiales y Europeos, la pontevedresa Teresa Portela (1982) -"ponga que soy de Aldán y de Cangas de Morrazo, así nadie se molesta"- tenía la espina clavada con la medalla olímpica tras ser cuarta, quinta y sexta en varios Juegos. Con 39 años y en su sexta participación, Tokio, se la sacó con una plata con sabor a oro en el K1 200. Al coraje de las paladas hay que sumar su labor de madre de Naira, su niña de siete años, con quien comparte todas las horas que puede del día.

–Lo de que 20 años no es nada no va con usted, ¿no?

–Son muchos pero disfruté tanto que son llevaderos. Al recordar alguna anécdota o competición, a veces digo que hace dos años y no, igual han pasado ya 12. Ya llovió, sí, pero estoy orgullosa de lo que aprendí.

–Medallista olímpica en sus sextos Juegos. ¿Promete el oro para cuando iguale en Los Ángeles 2028 las ocho participaciones de García Bragado?

–¡Ay! No prometo nada a estas alturas.

–Me he saltado París 2024.

–Sí, sí, ya ni siete, sino ocho. Era un sueño vivir seis y llevar más de 20 años en la élite. Soñar con unos séptimos me parece increíble porque aún no tengo asimilados los sextos. Y de los octavos ni hablamos. Algún día tendré artritis y esas cosas...

–Su éxito en Tokio fue un alegrón, pero ¿no deberíamos aprender que la línea entre triunfar y no triunfar es muy fina y no debería empañar una trayectoria?

–Sí, a veces nos fijamos en la medalla y se nota mucho la diferencia de un cuarto puesto en Londres 2012 a una plata en Tokio cuando en realidad son milésimas o centímetros. Pero al saber que iba a Tokio ya me sentía ganadora independientemente de la medalla.

–David Cal: "Ganas el oro olímpico y todo es extraño: eres feliz y te sientes vacío". Saúl Craviotto: "Está todo calculado para jugarte cuatro años en 35 segundos". Qué presión para un deportista, ¿no?

–Es así. En mi caso, 20 años para lograr esa medalla en 38 segundos. Mi sueño era ir a unos Juegos y he ido a seis. Mi siguiente ambición era una medalla olímpica y lo peleé en Atenas, Pekín, Londres, Río... Siempre conseguía medallas en los Mundiales y se me resistía en los Juegos. Llegó a los 20 años; los sueños se cumplen.

–La española Teresa Portela se metió en la final en Tokio porque le sacó menos de medio segundo a la portuguesa Teresa Portela. ¿Esto es una broma?

–Coincidencias de la vida: una portuguesa que se llama como yo, hacemos el mismo deporte, remamos la misma distancia (K1 200), las dos somos fisioterapeutas y entrenamos juntas para Tokio. Nos tocó la misma semifinal, durísima, y ella se quedó fuera;habría ido a la final si llega a competir en la otra.

"Las cosas no llegan cuando uno quiere; los sueños no son rápidos, perduran y son muy difíciles de alcanzar"

–Como sevillano me duele que no entrene en el mejor río para palistas y remeros...

–Entrené mucho en el Guadalquivir, pero el Lérez tira también. En este río entrenan muchos campeones.

–¿Qué música escucha antes de competir?

–Me pongo mucho Cold Play.

–Está casada con el ex piragüista David Mascato, cuarto en Sidney en C2 500. Nadie mejor para compartir una vida de sacrificios.

–Mi medalla era muy deseada por las horas y el empeño, y por mi entrenador, pero sobre todo por David. Fue su sueño como deportista, pero desde que se retiró tenía ese deseo de que yo lo consiguiera. Se puso más contento de que lo lograra yo a él mismo. Sabe el trabajo que hay detrás y es un grandísimo apoyo. Comparto esta vida y me acompaña en el sacrificio.

–¿Es más difícil el podio en unos Juegos o conciliar?

–Una es muy difícil y la otra casi imposible, así que las dos juntas...Sobre todo cuando no quieres renunciar a tu carrera ni a ser madre. Eso significa llevar y recoger a la niña del colegio, acompañarla a un festival... Cualquier madre me entenderá, hay que hacer malabares e inventarse una hora más al día. Por eso tiene más valor la medalla. Cuando algo cuesta mucho esfuerzo, la recompensa sabe mejor.

–Con dos padres palistas, ¿a su hija, Naira, no le dará por el baloncesto?

–Es el deporte que practica y también natación. La de veces que ha escuchado con siete años que va a ser palista y no quiere. Es una presión que no tiene por qué llevar. Que haga el deporte que le guste para mantener una vida saludable.

–Toda la vida subida a un kayak y aún habrá quien le diga que es remera...

–Ya se lo digo yo y no hay manera. Hablo de piragüismo, veo la cara del otro y sé que no tienen ni idea de qué deporte hago. Y digo: "Somos los que vamos palante".

–Su entrenador para cuando llora de cansancio. ¿Algún músculo no le duele?

–No, todos duelen. Al acabar la semana soy consciente de cada músculo de mi cuerpo.

–¿Cuántos olímpicos hay en Cangas de Morrazo? ¿El secreto está en los mejillones?

–Y en el aire y la brisa marina de las Rías Baixas y del Morrazo. Es increíble, de lo extraordinario hacemos algo normal y no lo es que en un pueblo como Aldán, de 2.000 habitantes, y Cangas de Morrazo, de algo más de 20.000, haya tantos deportistas olímpicos y medallas olímpicas: cinco de David Cal, un oro de Carlos Pérez Rial, ahora la mía, la plata de Rodrigo Germade, la participación de Sonia Molanes, el bronce de Rodrigo Corrales (balonmano) y la plata de Iván Villar (fútbol).

–¿Ganaría un pulso a la haltera Lidia Valentín?

–No sé, está muy fuerte. Mejor quedamos como amigas.

–En este mundo en el que todos vamos con prisas y queremos las cosas ya, ¿cómo valora una veterana la paciencia?

–Imagine, la paciencia de 20 años. Las cosas no llegan cuando uno quiere. Esto también ha sido un aprendizaje porque todos queremos las cosas ya y no. Y a veces luchando y peleando no llegas, y hay que seguir si realmente lo quieres. Un sueño no es algo muy rápido, perduran mucho en el tiempo y son muy difíciles de alcanzar.

–"Cabezota y gallega". Un gran eslogan, pero no sé si es aplicable a Rajoy… por lo primero.

–Ahí no sé qué contestarle.

–Va a cumplir 40 y sigue en activo. ¿Cuándo grabará un dueto contando chistes con Joaquín, que es del 81?

–Joaquín me encanta. Si sé que va a salir, lo veo porque la sonrisa está asegurada. No lo conozco, pero me parece todo bueno, deportista, compañero, generador de buen ambiente... En el fútbol ha roto barreras porque al final uno llega a una edad y parece que todo está escrito: casarte, tener hijos... En el deporte es igual y te quieren retirar. Al final cada uno decide cuándo, cómo y hasta dónde. Él es un ejemplo. Pero los chistes y los monólogos los haría mejor él; yo participaría en ese dúo pero con las castañuelas o con el platillo recogiendo el dinero...

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