“Dirigir películas es agotador, escribir resulta más relajante”

Miguel Hermoso | Director de cine y escritor

Miguel Hermoso
Miguel Hermoso
Andrés Cárdenas

13 de noviembre 2025 - 03:00

Miguel Hermoso Torres nació en Granada, ciudad en la que se licenció Derecho. Al terminar se marchó a Madrid, en donde ingresó en la Escuela Oficial de Cinematografía. Ha dirigido películas tan entrañables para el espectador como ‘Truhanes’ y ‘La luz prodigiosa’, entre muchas otras, y ha conseguido varios premios en diferentes festivales cinematográficos, entre ellos al mejor director del Festival Latino de Los Ángeles. Desde hace varios años se dedica a escribir novelas. Acaba de publicarse su tercera obra, que se titula ‘La Pasión y el Tiempo’, conceptos estos que le fascina.

Pregunta.–Ha escrito usted una tercera novela. ¿Se considera ya más escritor que director de cine?

Respuesta.–Son la misma cosecha. Yo he intervenido escribiendo total o parcialmente todos los guiones de mis películas y series. No lo concibo de otra manera. Como dice Wilder, yo dirijo para que nadie equivoque mis guiones. O sea, que lo de escribir no es nuevo para mí.

P.–Esta pregunta es tan tópica como necesaria: ¿en qué faceta disfruta usted más?

R.–Claramente, en la de solo escribir. Dirigir películas es sobre todo controlar un equipo, limar diferencias, adecuar criterios, buscar alternativas, obedecer un presupuesto… Agotador. Escribir resulta más relajante y satisfactorio. Y necesitas muy pocas cosas, solo un ordenador y tus ganas de crear un texto.

P.–Buscas en Google Miguel Hermoso y salen más entradas de su hijo que de usted.

R.–Sí. Es verdad, lo cual me alegra mucho. Es más joven, más inteligente, más trabajador. Y más guapo. Ha sabido abrirse camino en el mundo del cine, que tanto él como yo amamos.

P.–Eso es pasión de padre.

R.–Sin duda. Los padres nos sentimos orgullosos cuando nuestros hijos tienen un trabajo o una ocupación que los hace felices.

P.–Hablando de pasión. Su tercena novela se llama ‘La Pasión y el Tiempo’. Las dos palabras con mayúscula. ¿Qué entiende usted por Pasión?

R.–Lo que cito en la contraportada del libro. Es una intensa emoción humana que se experimenta hacia una idea, persona o cosa. Casi igual que amor. Decía Sandor Marai en su libro El último encuentro que la pasión es la pretensión de apropiarse del cuerpo y el alma de otro para poseerlo en exclusiva. Esto y solo esto, es el sentido del amor y la amistad.

P.–¿Y por Tiempo?

R.–Me maravilla, me cautiva, me fascina el einsteniano concepto del espacio-tiempo, aunque me cueste comprenderlo. Siempre me ha atraído ese concepto.

P.–La obra está dividida en tres historias distintas y protagonistas con vidas cruzadas. ¿Por qué esta estructura?

R.–Mi trabajo y mi objetivo como narrador en papel o película es cautivar al espectador o al lector. Detesto los artistas y autores que alardean de no pensar en su imprescindible interlocutor; yo necesito que el destinatario de mi modesta obra intervenga en ella, se sienta coautor de la narración. Que la vea como un puzle que él tiene que ir componiendo. Emmanuel Carrère decía que nuestro trabajo se parece mucho al contador de cuentos de la plaza de Marrakesh, que toca su campanita para llamar a sus oyentes.

P.–Sí. Y hay autores que ponen por delante siempre a sus personajes, más que a ellos mismos.

R.–Exacto. Hay una frase de García Márquez que me gusta mucho y de la que yo hago uso en la contraportada del libro. Es esta: “A veces la vehemencia de unos personajes me supera; entonces se liberan de mí y termino siendo yo quien corre tras ellos”. Algo parecido me pasa a mí.

P.–Una de las partes la escribe usted como si fuese un guión cinematográfico, hasta con tachones y todo. Al lector al menos le puede resultar original.

R.–Eso espero, llamar su atención, que quiera averiguar el por qué; que no quiera despegarse de la lectura.

P.–En una parte de ella hay una nostalgia por la Granada en donde vivió su infancia y adolescencia. Granada sigue estando muy presente en su obra.

R.–Esa nostalgia lo dice todo sobre mí, creo yo. En 1965 conseguí ingresar en Dirección de la Escuela Oficial de Cinematografía y a partir de entonces mi distrito postal ha estado ubicado en Madrid; pero el mental sigue estando en Granada, la ciudad que me vio nacer y que amo. Y, además, soy granadinista acérrimo. No me pierdo (¡ay!) un partido del Granada CF. Cuando gana me siento eufórico y me entristezco si pierde.

P.–También otro de sus personajes, Germán, es un cineasta que le permite escribir de lo que sabe usted mucho: de cine.

R.–Hay un productor de cine, muy amigo mío, en quien me he basado. Y él lo sabe. De alguna manera es un homenaje a nuestra amistad.

P.–¿Cómo le resumiría usted a un lector de qué trata su novela?

R.–Bueno. Es esta historia, tres apasionados protagonista ven cómo sus trayectorias se van cruzando y entrecruzando de forma un tanto insospechada hasta llegar a un punto de destino, que en un principio ninguno de los tres buscaba ni esperaba.

P.–¿Qué queda del Miguel Hermoso que dirigió películas tan atractivas e interesantes como ‘Truhanes’ o ‘La luz prodigiosa?’

R.–¡Es el mismo! Con más años, pero igual de ingenuo. Y enamorado.

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