Jordi Figuerola (Barcelona, 1971) es un investigador en la Estación Biológica de Doñana que vive cerca de Coria del Río (Sevilla), uno de los principales focos del virus del Nilo y, como experto en la transmisión de enfermedades por mosquitos, tiene más que revisado que no haya recipientes con agua acumulada de las lluvias junto a su casa. Tampoco deja de recomendar las mosquiteras y el uso de repelentes a primera y última hora del día y no rondar arrozales y humedales como las mejores técnicas para evitar picaduras y, con ellas, enfermedades.

– ¿Cuántas especies de mosquitos existen en el mundo?

–Existen unas 3.500 especies de mosquitos, pero no todas son transmisores de virus que afectan al ser humano. En España se han encontrado más de 60 especies.

–¿Qué porcentaje de ellas son transmisores de virus?

–Es difícil de concretar porque existen muchos virus y algunas especies son buenas transmisoras de unos y no de otros. Hay que tener en cuenta que no solamente transmiten virus, sino también protozoos y nematodos que pueden tener importantes efectos sobre la salud. 

–¿Cómo se infecta un mosquito?

–El mosquito se infecta normalmente al alimentarse de un animal o humano infectado. Por ejemplo, en el caso del virus West Nile al alimentarse de una ave infectada. Pasados unos días el virus se ha multiplicado en el cuerpo del mosquito y se encuentra en su saliva. Es entonces cuando, al alimentarse de nuevo de sangre, puede transmitirse el virus a otro pájaro o a una persona en el caso de que pique a un ser humano. 

–¿Cuál es el impacto de los mosquitos sobre la salud humana?  

–Los mosquitos son los animales que producen cada año mas muertes de seres humanos. Se estima que mas de 700.000 personas mueren al año como resultado de las enfermedades que nos transmiten los mosquitos. A esto hay que sumar los millones de personas, que sin llegar a morir, sufren importantes enfermedades.

–¿Desde cuándo existe circulación local de manera continua en Andalucía del virus del Nilo Occidental?

–En el 2010 se registraron las primeras personas enfermas en Andalucía y desde entonces vienen registrándose casos de caballos infectados.       

–¿Qué factores condicionan una mayor incidencia?

–Parece que, en Europa, veranos calurosos y primaveras lluviosas se asocian a un mayor número de casos en humanos.

–¿Podemos hablar de un virus ya endémico en determinadas zonas de Andalucía?

– Desde luego, en España el virus West Nile se puede considerar ya endémico en Andalucía Occidental (Huelva, Sevilla y Cadiz) y en Cataluña (Tarragona y Lleida) y, posiblemente, en otras áreas como Extremadura. 

–¿Cuál sería la mejor estrategia para eliminar la transmisión del virus? 

–Erradicar el virus es prácticamente imposible pero si podemos reducir su transmisión a los humanos. Es importante establecer programas de control de mosquitos basados en la prevención y en el control de los mosquitos en la fase larvaria. Es necesario evitar que encuentren zonas donde reproducirse en el interior de las ciudades. 

– La Junta elaboró a mediados del mes pasado la primera actualización de la temporada de las zonas de riesgo de virus del Nilo. Podemos decir que estamos en pretemporada... ¿Es suficiente o debería hacerse un trabajo más continuado?

– Las actividades para evitar la proliferación de mosquitos deberían llevarse a cabo durante todo el año. En invierno es el periodo ideal para identificar y corregir aquellas infraestructuras de nuestros pueblos y ciudades donde los mosquitos se puedan reproducir.Documentar esas zonas y aplicar medidas correctoras nos evitaría muchos problemas cuando llega la primavera. Pequeñas actuaciones instalando por ejemplo mosquiteras en las ventanas, sellando bien los depósitos y pozos de agua, son importantes para evitar la proliferación de mosquitos. Por no hablar de la necesidad de favorecer la recuperación de la biodiversidad que se alimenta de mosquitos, por ejemplo, golondrinas y aviones comunes que por desgracia cada vez son menos frecuentes en nuestras ciudades. Por desgracia, demasiado a menudo nos acordamos de los mosquitos en julio y agosto, pero evitar su proliferación es un trabajo que requiere planificación y un trabajo todo el año. 

– En el mapa actualizado se aprecian más zonas en riesgo, aunque en distinto grado, que en 2021...

– Las zonas se actualizan en función de la circulación del virus en los dos últimos años (2020 y 2021) y 2020 fue el año con una mayor circulación geográfica del virus, por ese motivo existen tantos municipios con alto grado de amenaza. Pero la incidencia en el 2021 fue mucho mayor. La incidencia del 2022 dependerá de la cantidad de lluvia que tengamos en primavera-verano y de las medidas de control de mosquitos que se ejecuten dentro y en el entorno de las zonas habitadas.

– ¿Por qué han aumentado en los últimos años las zonas de cría?

– En el 2020 registramos un importante aumento de las poblaciones de Culex perexiguus, especialmente en zonas de Coria y Puebla del Río enSevilla. A esto hay que añadirle que fue una de las primaveras mas lluviosas que hemos tenido en los últimos años, en particular mayo fue muy lluvioso. Esto permitió que los mosquitos encontraran muchas zonas donde reproducirse.