Fabio Amador | Arqueólogo de 'National Geographic'

"En Córdoba durante dos milenios todos son momentos dorados"

"En Córdoba durante dos milenios todos son momentos dorados"

"En Córdoba durante dos milenios todos son momentos dorados" / NGC

Fabio Esteban Amador nació en El Salvador y su formación universitaria fue en Nueva York, licenciado en Arte Audiovisual y en Arqueología Mesoamericana, donde prendió su pasión y gran conocimiento de la civilización maya. Su trabajo de doctorado versó sobre sus excavaciones en Yalahau, al norte de la península de Yucatán y este trabajo lo puso en contacto con la elaboración de reportajes para la revista National Geographic. Para la cadena internacional de esta compañía ha grabado documentales a lo largo de toda Centroamérica. Su curiosidad sobre el origen de las civilizaciones le llevó hasta nuestro país para centrarse en el último año en el pasado de Córdoba.

-Un explorador e investigador de pirámides mayas de National Geographic conduce Córdoba: misterios ocultos ¿Cómo surgió esta atracción por el sur de España?

-Surge de un interés desde hace mucho tiempo por una Historia muy rica como la de España, en general, y la de Córdoba en particular. Y es una Historia poco visualizada y poco conocida. Lo que pretendemos en este documental sobre Córdoba es mostrar una imagen diferente de las épocas, señalando que la ingeniería y la riqueza cultural están vinculadas al agua. La riqueza económica y cultural de Andalucía está bajo el suelo: en el agua.

"Córdoba es un reflejo de que el pasado no ha sido borrado, sino integrado. Me interesa cómo trasladarlo"

-¿En qué fuentes históricas se han basado para emprender este trabajo?

-La investigación de National Geographic parte del trabajo de arqueólogos como Desiderio Vaquerizo, entre otros que abren el horizonte para el director del programa, Fernando González-Sitges. Hay muchos elementos ocultos de trascendencia científica e histórica. Han sido hallazgos recientes, trabajados durante los últimos 30 años, que nos habla de un pasado más sofisticado y complejo de lo que parecía en un principio, donde se cruzan culturas, conceptos. Todo eso convierte a Córdoba en una ciudad muy singular y la hemos visto también a través del georradar y las recreaciones en 3D.

-¿Cuánto tiempo han estado elaborando este documental de National Geographic?

-El rodaje se hizo en dos semanas pero el estudio se prolongó durante un año y la producción en seis meses.

-¿Hay algún hallazgo que le haya sobrecogido por su importancia?

-No es el hallazgo de algo concreto, sino que me sobrecoge el conjunto. Desde los templos romanos, la Mezquita, Medina Azahara... todos estos monumentos fueron en su momento la cúspide del arte e ingeniería de todo el mundo. E insisto, en todos estos hitos está muy presente el agua. Nunca había contemplado el agua no sólo como fuente de vida sino que además fuera un elemento que contribuya de esta forma a gestar una civilización, una cultura. Una forma de vivir.

-El agua no sólo germina los campos de cultivo, sino también las culturas.

-El agua no sólo nos permite vivir sino también consolidar regiones e inspira en este caso una ingeniería moderna, inspira el arte.

-¿Roma es aquí la pieza fundamental que explica lo vivido en los siglos posteriores?

-Hasta donde conocemos fueron los romanos, que no sólo utilizaron la tecnología adecuada sino que crearon obras sublimes que perduran. La Córdoba musulmana y la Córdoba de los tiempos modernos no hubieran existido sin ese modelo de Roma. Todo lo que sucede después procede de esa inicial inspiración en el manejo del agua.

-¿Son injustos esos historiadores cuando hablan del esplendor omeya y reducen los siglos posteriores a simple "declive"?

-Es un debate que tenemos siempre los arqueólogos, señalar una cima y considerar declive las épocas posteriores. Es difícil determinar qué momento es el más importante de una civilización y es injusto compararlo todo con ese momento dorado. En Córdoba, al margen de su lugar en los libros de Historia, durante dos milenios todos sus momentos son dorados, por un recurso bien utilizado en beneficio de la población.

-¿Hemos vivido en una prosperidad que nunca hemos valorado?

-A mí me impacta tanto la Córdoba del presente como la del pasado. Cómo su gente ha mantenido su cultura. Es un reflejo de que el pasado no ha sido borrado sino integrado. Lo hicieron en su momento los musulmanes y lo hicieron todas las generaciones posteriores. Cada momento se ha beneficiado del pasado. A mí me interesa cómo se puede trasladar esa integración a otros lugares, a nuestra educación en todo el mundo. Así valoraríamos no sólo la tecnología como salto al futuro sino utilizaríamos el pasado como herramienta.

-¿Córdoba es la ciudad ideal?

-Es un lugar ideal. Desde tiempos romanos y durante dos milenios de manera ininterrumpida el agua no sólo ha permitido sobrevivir sino vivir en el lujo de contar con jardines, arboledas, en un contexto árido. Ya desde las domus romanas las familias cohabitan en torno al patio, lugar de vida, relax, cultura. Y las plantas de los patios además de belleza o alimento son ciencia, salud. Era tener la farmacia en casa. Ése fue el enfoque del califa en Medina Azahara, en un esplendor vegetal.

-Córdoba y Andalucía, en general, con su pasado romano y sus ciudades continuamente pobladas, nos enlazan con Italia.

-Si eliminamos las fronteras modernas nos damos cuenta de que Roma y Córdoba, Roma y Andalucía, están a un mismo nivel de desarrollo y tecnología desde hace dos mil años. Y mantienen el concepto de ciudad perfecta que idearon los romanos ya en tiempos de Augusto. Y Roma fue la que cambió la interrelación de las ciudades en Occidente.

-¿Italia y el sur de España formarían parte de un mismo país histórico?

-Son dos grandes núcleos culturales concebidos como ejemplos ante el resto del mundo. Tienen más vínculos de lo que dicen los tópicos.

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