Juan F. García 'Epi' | Dibujante y creador del Capitán Graná

“Mi personaje es el superhéroe malafollá por excelencia”

Epi.

Epi. / DS

Juan Francisco García, ‘Epi’ para los amigos, fue cantante de un grupo musical en su juventud, pero se ha ganado la vida con el diseño gráfico. Ha participado en numerosos proyectos en este campo como diseñador de portadas de discos e ilustrador de libros y carteles. Acaba de publicar un cómic que tiene como protagonista al Capitán Graná, un personaje que piensa que desde que se instauró el estado de las autonomías, la ciudad en la que vive no ha hecho nada más que menguar, política, cultural y económicamente.

–Ha creado usted el personaje el Capitán Graná, un superhéroe malafollá. Me imagino que tiene algún objetivo.

–Inicialmente el único objetivo era divertir al lector y a mí mismo con un prototipo granadino, una manera de hablar propia y construir una historieta que se desarrollara en mi ciudad. Un superhéroe malafollá que, como el Quijote, siempre estuviera dispuesto a “desfacer entuertos”. Y para eso se acompaña de una llamada Patrulla Farfolla.

–Una patrulla que está compuesta por personajes emblemáticos de Granada: Chorrojumo, Paniolla, Er Niño Gabia… Más bien parece una película de Torrente.

–(Risas). Un poco sí, aunque no soy muy fan de Torrente. Siempre me han fascinado los sujetos marginales un poco borderline y me he servido de los personajes de la intrahistoria granadina para llevarlos a la ficción y contar la historia. Yo los veo con el cariño de un granadino que veía de chico a los cabezudos de la Tarasca con mi padre y de adulto con mis hijas. Con ese cariño he procurado tratarlos en el cómic.

–La patrulla de superhéroes lucha contra la intromisión de la Junta en los asuntos de Granada. ¿No es así?

–En la trama de la historieta los protagonistas se encuentran con un plan muy turbio por parte de la Junta que, como granadinos típicos y tópicos, les hace enfadarse bastante y tomar cartas en el asunto. Eso destapa otros agravios cometidos, según ellos, con Granada. Y razón no les falta…

–O sea, que es un cómic muy reivindicativo.

–En parte sí. El cómic y la novela gráfica se ha expandido a un público adulto. Los mismos niños que leíamos los tebeos para divertirnos, ahora con canas vemos un trasfondo social que antes no veíamos. El mismo Tintín, que sigo releyendo, te cuenta la Historia del siglo XX. Toda obra tiene siempre un trasfondo reivindicativo y la primera aventura del Capitán Graná y la Patrulla Farfollas también. Aunque el cómic y el humor te permite otras licencias más gamberras.

–¿Cree que Granada está siendo marginada con respecto al resto de Andalucía en infraestructuras?

–Marginada y ninguneada. El último ejemplo ha sido la elección de la Agencia de Inteligencia Artificial, cuya sede reivindicaba Granada porque aquí están los mejores especialistas del tema. Como siempre, nos hemos quedado con la miel en los labios. Este caso es un paradigma de quienes somos: una provincia regida por políticos más preocupados por su sillón que por el bien de su tierra.

–Su trabajo tiene la apariencia de un cómic serio, pero con mucho humor.

–El humor es un asunto muy serio en estos tiempos de cancelación y moral woke. Ahora siempre hay una tribu de ofendidos que bajo su prisma ideológico te montan un pollo si no entra en sus convicciones. Viví mi juventud en los ochenta y aquello sí era libertad para decir lo que quisieras con humor. Ahora todo es distinto, pero no pienso autocensurarme. Además, siempre he sido un poco bocachancla.

–¿Cuáles han sido sus referentes a la hora de hacer los dibujos de su cómic?

–Los tebeos de Bruguera, Ibáñez, Vázquez, Jan y algunos otros fueron mis primeras lecturas. También la escuela franco-belga de Tintín, Astérix (en menor medida) y Spirou, que me gustaba mucho. En los ochenta, revistas como El Vívora o Makoki y todo ese rollo underground me abrieron a otro tipo de cómics. Casualmente nunca he sido de superhéroes. Quizá por eso Capitán Graná sea tan atípico. ¿O será por granaíno?

–Usted ya tiene otro libro-cómic publicado dedicado a los aficionado a las vespas.

–Mi otra gran pasión son las Vespas. Me encanta pasear despacio por carreteras secundarias de Andalucía con cacharros obsoletos. Espero que cuando mis amigos vespistas andaluces lean la entrevista no me hagan beber ese líquido ponzoñoso de cebada hegemónico en Andalucía. Durante la pandemia a falta de paseos en Vespa, dibujé dos cómics de esa temática que han tenido buena aceptación en ese mundillo. Fue mi debut en el maravilloso mundo de la autoedición.

–¿Y su próximo libro?

–Creo que a Capitán Graná aún le queda cuerda. Se me quedaron cosas en el tintero.

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