La Audiencia Nacional accedió a la extradición a Estados Unidos al presunto pirata informático ruso Stanislav Lisov, al entender que en ese país residen la mayoría de los afectados por este hacker, detenido en enero pasado en Barcelona y que pidió ayuda en una carta a Vladimir Putin.

La Audiencia aceptó la entrega a Lisov como sospechoso de distribuir el software malicioso neverquest, con el que habría defraudado más de 800.000 euros a instituciones financieras. En la vista de extradición, la defensa de Lisov alegó "intereses espurios" de las autoridades de EEUU en su reclamación, pero la Sala consideró que el delito por el que es perseguido "no es de carácter político ni militar", ni este país tiene el propósito de perseguirlo o castigarlo por esta razón.