El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, y el presidente de la Conferencia de Rectores, Segundo Píriz, ratificaron ayer su acuerdo sobre la Prueba de Evaluación de Bachillerato, que será similar a la Selectividad.

Piriz declaró a Efe que los alumnos de segundo de Bachillerato que a partir de este año se presenten a la prueba que sustituye a la Selectividad, y que sirve de acceso a la Universidad, tendrán que examinarse de seis asignaturas de ese curso, con las que podrán obtener un máximo de catorce puntos.

En la anterior Selectividad había dos fases, la general, que era obligatoria (se podía obtener un máximo de 10 puntos) y otra específica o voluntaria para subir nota hasta los 14 puntos.

Ahora, con la prueba anunciada, todos los estudiantes se examinarán de seis asignaturas troncales (troncales generales y troncales de opción) del segundo curso de Bachillerato, aunque sólo la nota de dos de las materias (de las de opción) se tendrá en cuenta para llegar a los 14 puntos.

Educación recalcó en un comunicado que "los estudiantes sólo se tendrán que examinar de las asignaturas troncales" y que se asegura así la participación de las universidades en coordinación con las comunidades en su realización y el mantenimiento del distrito único, es decir la nota valdrá para las universidades de toda España.

Mientras tanto, ayer se celebró una movilización estudiantil contra la Lomce y las reválidas. Es la segunda jornada de protestas en apenas un mes contra las nuevas evaluaciones finales de ESO y Bachillerato, aunque en esta ocasión solo convocaba el Sindicato de Estudiantes. Los padres de Ceapa y los estudiantes de Faest no llamaron esta vez a parar las aulas esta vez como hicieron el 26 de octubre.