El PP temía más a Chacón

En realidad el PP temía más a Carme Chacón. Los dirigentes del Partido Popular se frotaron las manos el pasado jueves cuando la ministra de Defensa anunció que se retiraba de la pugna por la candidatura del PSOE, ya que vieron el camino libre para un político, de nombre Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien su "oscuro pasado y presente" le delata.

Un mando intermedio del PP, en una conversación hace un mes bajo condición de que no se le identificara, ofreció este análisis: "Si sale Rubalcaba, estaremos encantados, puesto que ha secundado la política económica de José Luis Rodríguez Zapatero, no se ha desmarcado de él para nada, y tiene aún pendiente el caso Faisán. No puede ser la renovación del Partido Socialista".

El PP ve fácil criticar al vicepresidente primero y ministro de Interior, pues en su trayectoria hay motivos sobrados para ello, insiste un alto cargo, pero también se entiende en Génova que con un nuevo ciclo político a favor, una persona como Rubalcaba, de 59 años, miembro de los gobiernos de Felipe González y de Zapatero, no puede suscitar entusiasmo entre los muchos votantes en busca de un referente.

La elección del veterano dirigente socialista no ha causado sorpresa en los despachos de la sede del PP ni altera un ápice la estrategia. El líder de los populares, Mariano Rajoy, se mostró convencido en enero, en conversación informal con los periodistas, que Rubalcaba sería su contrincante electoral.

Los populares siempre han trabajado bajo esa hipótesis, que vieron más consistente cuando Zapatero, el pasado 2 de abril, comunicó que no aspiraría a la reelección.

Desde entonces, en Génova han apuntado a Rubalcaba como sucesor, incluso por encima de Chacón, de quien sabían, por vía indirecta, que estaba preparando su candidatura en unas supuestas primarias.

La opción de la ministra de Defensa generaba en el PP una mezcla de indiferencia y de temor, por un lado, porque, como dicen las fuentes consultadas, se daba por seguro que no sería la candidata; y por otro, porque su papel en política resulta todavía "una incógnita".

Un diputado del PP aporta otro matiz: "De haber salido elegida, sería la primera mujer candidata a la Presidencia. Creo que eso habría perjudicado a Rajoy".

Rubalcaba beneficia la pretensión electoral de los populares, argumentan fuentes de la dirección, puesto que puede movilizar a los votantes del PSOE, pero también a los del centro-derecha.

Un alto cargo del PP dijo a Efe, incluso antes de que Zapatero desvelara el nombre de su sucesor electoral, que el vicepresidente primero es "el rey del subsuelo y el paradigma de la decadencia", "mucho pasado y poco futuro", el resultado de "unas primarias de mentira" y la demostración de que el Partido Socialista "sólo es un corralito de políticos perdedores".

Y por mucho que pueda movilizar a los desencantados votantes de izquierda, la política económica del Gobierno es un lastre tan pesado que en los meses que restan hasta las generales Rubalcaba no podrá quitárselo de encima, añade ese alto cargo.

El caso Faisán va en su contra también, declara otra fuente de la cúpula del PP, para la que este chivatazo de la lucha antiterrorista le tendría que haber apartado de la política hace tiempo por las "muchas mentiras" que ha dado.

La misma fuente recuerda, además, la interceptación de llamadas telefónicas privadas de cargos del Partido Popular, con el caso Gürtel de trasfondo. "Es un tipo muy oscuro, no es de fiar", sentencia el dirigente.

¿Y qué piensa Mariano Rajoy? Una fuente de la dirección del PP recalca que "tranquilo como siempre" y que, en caso de enfrentamiento directo en la campaña de las generales, el líder de los populares saldrá ganando, más que nada porque el "cambio de ciclo es ya un hecho" tras el 22-M.

Otra fuente apunta: "Tienen la misma estructura mental, piensan de forma parecida, lo saben todo de la política; pero tal y como están ahora las cosas, Rajoy le barre".