Rubalcaba: "Hay un antes y un después de Fernández de la Vega"
El nuevo vicepresidente primero del Gobierno manifiesta en el acto de traspaso de poderes su voluntad de seguir trabajando: "Por trabajo no va a quedar; ojalá que al trabajo le acompañe el acierto".
El nuevo vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, y los nuevos ministros Ramón Jaúregui, Trinidad Jiménez, Valeriano Gómez, Rosa Aguilar y Leire Pajín, además de Manuel Chaves, han prometido sus cargos ante el Rey en un acto celebrado en el Palacio de la Zarzuela. El acto ha contado con la presencia de la Reina y se ha desarrollado en el Salón de Audiencias de la Zarzuela, con la asistencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y del ministro de Justicia, Francisco Caamaño, como notario mayor del Reino.
El primero en prometer su cargo ante un ejemplar de la Constitución, otro de la Biblia y un crucifijo, ha sido Alfredo Pérez Rubalcaba como vicepresidente primero, tras darse lectura al real decreto publicado en el BOE con su nombramiento. A continuación han repetido el mismo protocolo los otros cinco miembros del Gobierno nombrados el miércoles por el jefe del Ejecutivo: Ramón Jaúregui en Presidencia; Trinidad Jiménez en Exteriores; Valeriano Gómez en Trabajo; Rosa Aguilar en Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, y Leire Pajín en Sanidad, Igualdad y Política Social.
También ha prometido el cargo el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, ya que su departamento asume las competencias de la Función Pública y a partir de ahora pasa a denominarse Ministerio de Política Territorial y Administración Pública. Precisamente la promesa del cargo de Chaves ha provocado una de las anécdotas del acto, cuando al final del mismo la Reina preguntaba al propio vicepresidente tercero el porqué de su presencia.
Otro de los momentos más llamativos se ha producido cuando Pérez Rubalcaba expresaba la promesa de memoria, sin mirar al texto, en contra de lo que han hecho los demás. El nuevo vicepresidente primero ha prometido ante un ejemplar de la Constitución, editado por encargo de las Cortes en 1980 y que se encontraba abierto por el título IV, referido al Gobierno y la Administración. La Biblia utilizada para el acto fue editada en Valencia en 1791 y dedicada a Carlos IV, y estaba abierta por el texto Números del Antiguo Testamento.
A continuación han repetido la fórmula Manuel Chaves, Trinidad Jiménez, Valeriano Gómez, Rosa Aguilar, Ramón Jaúregui y Leire Pajín, después de darse lectura también a los reales decretos con sus respectivos nombramientos. Tras el acto protocolario, que ha durado apenas diez minutos, los Reyes han saludado y felicitado, entre sonrisas, a los nuevos ministros y han conversado con el jefe del Gobierno y el ministro de Justicia.
Posteriormente han posado para la fotografía oficial, durante la cual Rubalcaba bromeaba con la Reina, y posteriormente han conversado en pequeños corrillos, uno de ellos formado por el Rey, Zapatero, Chaves y Rubalcaba. En el Salón de Audiencias de la Zarzuela estuvieron presentes también el Jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza; el secretario general, Ricardo Díez Hotchleitner, y el jefe del Cuarto Militar, Antonio de la Corte. Una vez finalizado el acto, los nuevos ministros se han desplazado a sus respectivos ministerios para tomar posesión de sus cargos.
Rubalcaba y Jáuregui prometen trabajar duro
El vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, han recibido sus carteras de manos de María Teresa Fernández de la Vega con la promesa de trabajar duro para lograr la recuperación con reformas, austeridad y cohesión social. "Lo vamos a dar todo y si es preciso, aunque sea un poco melodramático, moriremos en el intento", ha manifestado Jáuregui en el Palacio de La Moncloa antes de que Rubalcaba garantizara que "por trabajo no va a quedar": "Ojalá que al trabajo le acompañe el acierto", ha apostillado.
Tras prometer sus cargos ante el Rey en Zarzuela y en una sala atestada de compañeros de gabinete y de partido y trabajadores de Moncloa, Rubalcaba ha subrayado la importancia de la acción del Ejecutivo y ha garantizado que "a este Gobierno le quedan muchos días para mejorar la vida de los ciudadanos". En este contexto, ha dejado claro que el nuevo Gobierno mantiene los objetivos del anterior, la recuperación económica y la creación de empleo, y ha advertido de que conseguirlos exige reformas, explicarlas a la sociedad que tiene que asumirlas para que funcionen, austeridad y cohesión social.
Esas serán sus señas de identidad junto al trabajo constante, por lo que ha advertido en tono de broma a los funcionarios, muchos de los cuales le recordaban de su anterior etapa en La Moncloa, que los horarios serán los mismos que antaño, aunque el teléfono dejará de sonar cuando haya partido de fútbol. Rubalcaba no ha olvidado que continúa como ministro del Interior, gestión de la que se ha mostrado "satisfecho" porque "las cosas van razonablemente bien" en un área en la que, ha reconocido, siempre debe prevalecer la cautela.
Antes de él ha tomado la palabra Ramón Jáuregui, que ha prometido responder a la confianza del presidente del Gobierno con "lealtad y trabajo": "con todo lo que tengo y todo lo que sé", ha añadido. Ha recordado que lleva fuera de las tareas de gobierno diez años (tiempo que ha pasado desde que fue vicelehendakari) y que llega al Ejecutivo desde el Parlamento Europeo, pero se ha mostrado convencido de que con "dos tardes con Alfredo" y sus "lecciones magistrales" se pondrá al día.
Jáuregui ha apostado por trabajar junto a Rubalcaba y el jefe de gabinete del presidente, José Enrique Serrano, como una "máquina bien engrasada" "No podemos quedarnos quietos", ha subrayado el nuevo ministro de la Presidencia al destacar el momento histórico que vive Europa, en el que es necesario preservar la "difícil ecuación entre competitividad, sostenibilidad y cohesión social". Con un discurso europeísta, ha recordado que los ciudadanos reclaman gobiernos que luchen contra la "codicia financiera" y eviten "expresiones de ultraderecha" que sufren países como Suecia u Holanda. Frente a ello, ha recordado que "la igualdad es la estrella polar de los socialistas".
Rubalcaba y Jaúregui han alabado la labor desempeñada en los últimos seis años por María Teresa Fernández de la Vega, quien ha escuchado sin tomar la palabra cómo sus sucesores elogiaban su dedicación y su gran capacidad de trabajo, muchas veces callado y silencioso. El nuevo vicepresidente primero no ha querido olvidar su apuesta por la igualdad entre hombres y mujeres y le ha garantizado que pondrá en marcha los proyectos que le han quedado en cartera tal como ella los había diseñado. "Hay un antes y un después", ha manifestado Rubalcaba antes de afirmar que "nada será igual" y que lo conseguido por Fernández de la Vega es "irreversible".
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