Feria de Abril

La Feria como prueba de fuego para la voz

  • Médicos rehabilitadores de la unidad de Foniatría del Hospital Virgen Macarena ofrecen consejos para no quedarse sin palabras por los excesos durante la Feria de Abril

  • La Feria en 23 palabras

La doctora Díaz, junto a una paciente, en la consulta de Rehabilitación de la Unidad de Foniatría del Hospital Virgen Macarena.

La doctora Díaz, junto a una paciente, en la consulta de Rehabilitación de la Unidad de Foniatría del Hospital Virgen Macarena. / José Luis Montero

Hablar mucho y alto, cantar, ingerir bebidas alcohólicas y frías, el polvo del albero o no descansar lo suficiente. La Feria de Sevilla "es una prueba de fuego para la voz", dice la especialista en Medicina Física y Rehabilitación de la Unidad de Foniatría del Hospital Virgen Macarena, Paola Díaz. 

En este sentido, señala que la dinámica de la fiesta produce en demasiadas ocasiones pérdidas o lesiones vocales que, aunque en el momento apenas te das cuenta, pasadas unas horas, hacen que tu voz desaparezca. Es lo que en el argot sanitario se llama afonía o disfonía. Con ella, la garganta se seca e incluso duele y la voz se vuelve áspera, entrecortada o forzada y casi inaudible, dificultando la comunicación con los demás, lo que nos hace ser consciente de lo necesaria que es. Sin embargo, según constata la especialista, "se pueden tomar medidas para prevenir las continuas afonías que surgen durante la Feria".

Pero, ¿por qué nos quedamos afónicos? Cuando las cuerdas vocales se inflaman o se irritan no pueden vibrar de la forma habitual, por lo que la voz se distorsiona, llegándose a perder en algunos casos. Si perdemos la voz totalmente se conoce como afonía y si la pérdida es parcial, disfonía.

De manera genérica, la voz puede verse alterada por un resfriado o catarro producido por un virus que puede inflamar, irritar y enrojecer las cuerdas vocales y derivar en una disfonía que suele desaparecer en unos días. También puede provocar daños en la voz una alergia y, en este caso, los síntomas pueden ir desde un leve cosquilleo a una carraspera y, en el caso más extremo, a una obstrucción respiratoria severa que necesita tratamiento urgente; un reflujo laringofaríngeo, que puede provocar irritación e inflamación de las cuerdas vocales, el engrosamiento mucoso, incluso edema en la parte posterior de la laringe; o ser fumador, que convierte a la persona en propensa a sufrir ronquera.

Pero hay más. Las emociones, el estrés, las situaciones personales... tienen su reflejo en la voz. Los expertos señalan que los factores psicológicos y emocionales juegan un papel relevante en las patologías vocales ya que "pueden ser los responsables de perpetuar la disfonía o afonía".

Por su parte, la doctora Díaz advierte de que durante la Feria de Sevilla dormir poco, prolongar la fiesta, las bebidas frías y los ambientes con música y ruido son la fórmula perfecta para pasarlo muy bien, pero también para "dañar la voz". Además, "una alimentación improvisada o copiosa, la falta de descanso, la presencia de polvo del albero en el ambiente" provocan, como apunta la especialista, "garganta seca, dolor o afonía".

Paola Díaz junto a la logopeda de la unidad, Marina López. Paola Díaz junto a la logopeda de la unidad, Marina López.

Paola Díaz junto a la logopeda de la unidad, Marina López. / José Luis Montero

Desde la Unidad de Foniatría y Disfagia del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Macarena recuerdan que los profesionales que trabajan en la fiesta, como los de hostelería o los cantantes, también suelen verse afectados por estos procesos, ya que "realizan un esfuerzo vocal continuado, con poco tiempo para descansar y recuperarse", comenta Paola Díaz.

Por ello, consideran importante tomar medidas que permitan cuidar la voz y prevenir daños y, en consecuencia, su pérdida. "El objetivo en voz siempre es prevenir", afirma rotunda la doctora. Así, aconseja mantener la hidratación de las cuerdas vocales bebiendo abundante agua o bebidas no alcohólicas, evitar los hielos excesivos en las mismas, intentar mantener un sueño regular y reposar la voz en determinados momentos del día", explica. "Básicamente, saber también estar en silencio durante ciertos periodos para dar descanso a las cuerdas vocales", sentencia.

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