A los Clinton se les casa la niña
Millones de dólares en gastos, 400 invitados, una mansión de ensueño... La boda de Chelsea Clinton promete. La hija de Bill y Hillary Clinton está a sólo un paso de convertirse en una mujer casada; la esposa de su novio de siempre y compañero de universidad, Marc Mezvinsky. Un enlace que se lleva en el más riguroso secreto, pero del que, a tan sólo veinticuatro horas, ya se van conociendo algún que otro detalle ; como que los novios sólo han invitado a amigos y conocidos suyos, sacando de su lista a los compromisos y amistades de sus afamados 'papis', o que el ex presidente de Estados Unidos ha tenido que perder hasta siete kilos de peso por orden de su hija para ir a su boda más esbelto.
Chelsea, que se convirtió en centro de interés de la prensa cuando sus padres se convirtieron en presidente y primera dama de Estados Unidos, dará el 'sí quiero' a su prometido en una mansión alquilada a unos amigos de la familia. Un palacio inspirado en Versalles a orillas del río Hudson, en Rhinebeck.
En el acto, que como ya se ha anunciado contará con unas estrictas medidas de seguridad, se darán cita personalidades de la política y de la vida cultural de Estados Unidos. Desde Oprah Winfrey hasta Steven Spielberg o Barbra Streisand acudirán a este enlace, que, según fuentes cercanas a la pareja, querían que fuera muy íntimo y discreto. Menos mal...
Varios millones de dólares son los que, se especula, se han gastado la afamada familia en el esperado enlace, aunque pocos detalles se conocen del mismo. Un matrimonio de altura teniendo en cuenta que tan sólo el alquiler del 'caserón' está entre 100.000 y 200.000 dólares. En cuanto al vestido de novia, el secreto mejor guardado de toda boda que se precie, algunas publicaciones señalan que Chelsea ha confiado en el diseñador Óscar de la Renta y otras en Vera Wang.
Poca información pero suficiente pues también ha trascendido que el banquete costará entre dos y cuatro millones de euros, que Jeff Leatham se hará cargo de la decoración floral o que Bryan Rafanelli, un experto organizador de bodas, coordinará todo.
Ella, hija de un presidente y secretaria de estado, y él, primogénito de dos congresistas, Ed Y Marjorie Mezvinski, se conocieron en 1993, cuando tenían 13 y 15 años, respectivamente. Estudiaron juntos en la Universidad de Stanford y se enamoraron poco después a lo American Pie. Crearán una familia de lo más particular con dos religiones distintas, la cristiana y la judía, y su boda será civil pero oficializada por un rabino judío.
La prensa estadounidense está volcada con el evento, que viene siendo lo más parecido a una boda real allende el charco, pero no han conseguido desvelar ninguna información más allá de la oficial. Sólo queda esperar al día del 'sí quiero' para conocer más detalles. Menos mal que sólo son 24 horas...
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