Pasarela

Magdalena de Suecia: a un paso del altar

  • La boda de la hija pequeña de los reyes Carlos Gustavo y Silvia con Chris O'Neill se celebrará en la tarde del 8 de junio. La princesa viajó hace poco a París, lo que ha disparado los comentarios sobre su vestido de novia.

La considerada como una de las princesas más bellas de Europa está a punto de dar el 'sí quiero' a su prometido, el empresario neoyorquino Chris O'Neill. A menos de dos meses de la esperada boda, Magdalena de Suecia, de 30 años, está volcada en los preparativos de su enlace, que tendrá como escenario Estocolmo el próximo 8 de junio. Con todo, sus padres y hermanos están ayudándola mucho en esta tarea, pues ella se encuentra actualmente lejos de Suecia al tener fijada su residencia y trabajar en Estados Unidos.

Su despedida de soltera ya fue accidentada debido a la muerte de su tía, la princesa Lilian, quien falleció el mes pasado a los 97 años de edad. Así pues, la fiesta organizada por su hermana para ella tuvo que suspenderse. A pesar de ello, la hija pequeña de los reyes Carlos Gustavo y Silvia espera que nada más salga mal y se está esmerando en que todo resulte a pedir de boda el día de su enlace.

De la celebración, en estas últimas semanas, están trascendiendo ya los primeros detalles. Como que el acto religioso será por la tarde y que los invitados serán agasajados después con una cena en el Palacio Real de Estocolmo.

Pero si hay un secreto que las futuras novias intentan siempre guardar con celo es, sin duda, su traje nupcial. El vestido que lucirá la princesa Magdalena el próximo 8 de junio es, por supuesto, un misterio y, por tanto, a falta de datos oficiales, lo único que sabemos hasta ahora son conjeturas. Tanto en lo que se refiere al diseñador -la lista es larga- como al diseño: se ha hablado ya de uno con falda romántica y velo tradicional, otro ceñido y de pronunciado escote, en fin, para todos los gustos. Pero hay que tener en cuenta que la princesa Magdalena ocupa el trono de la elegancia en Suecia. Así que el modelo promete no defraudar a nadie.

La prensa, a la captura de alguna pista sólida, anda al retortero de los últimos pasos de la princesa. Su viaje a París hace unos días con Louise Gottlieb, Lussan, una de sus mejores amigas, y su visita a las maisons de moda más exclusivas ha dado alas a aquellos que apuestan que Magdalena ha elegido un diseñador extranjero, como su madre, y no sueco, a diferencia de su hermana mayor, que se decantó por su compatriota Pär Engsheden, para la puesta de largo más importante de su vida. Otros van más allá y sostienen que la aguja es francesa en honor a los orígenes galos de los Bernadotte. Los más arriesgados dan incluso nombres: Elie Saab, autor del vestido de la princesa Victoria en la víspera de su boda, o la estadounidense Vera Wang.

Lo que sí está confirmado es que el pasado 1 de abril se empezaron a enviar las invitaciones. La publicación sueca Svensk Damtidning ha reproducido una, de color blanco y muy similar a la de la boda de Victoria y Daniel, en la que se informa de que el enlace será a las cuatro de la tarde en la capilla del Palacio Real. También se ha informado de que se ha encargado al prestigioso restaurante Operakällaren y a su chef Stefano Catenacci el menú del banquete, como ya ocurrió en el enlace de la princesa Victoria. Casi todo está listo, por tanto, para el gran día.

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