La relación entre Ana María Aldón y Rocío Flores está dando mucho que hablar en Supervivientes. Aunque la nieta de Rocío Jurado ha reconocido estar "decepcionada" con la mujer de José Ortega Cano por no haberla defendido, especialmente en sus peleas con Yiya, las concursantes han optado por unir fuerzas tratando de olvidar los malentendidos que han tenido en Honduras. Con los últimos cambios de equipo, la diseñadora y la hija de Rocío Carrasco se han reencontrado y ahora que conviven juntas en la isla de los mortales se han mostrado más unidas que nunca.

Ana María le confiesa a Avilés que "tenía muchas ganas" de vivir con Rocío #ConexiónHonduras9 https://t.co/ZsuqF9ibMW

— Supervivientes (@Supervivientes) April 19, 2020

Parece que el mal rollo entre Ana María y Rocío ya forma parte del pasado. Aldón quiere empezar de cero con Rocío Flores, y ella, como su padre Antonio David Flores adelantó, la ha recibido con los brazos abiertos, sin rencor.

Ana María Aldón y Rocío Flores, juntas en la isla.

La mujer del torero ha cumplido la promesa que le hizo a su esposo, quien le instó a que realizara un acercamiento a la nieta de La más grande. Ella afirmó que no era indiferencia hacia ella sino estrategia: la de no meterse en discusiones para llegar más lejos en el concurso. Nadie la creyó, ni siquiera Ortega Cano.

Aldón con su marido, el torero José Ortega Cano.

Ahora no deja de hablar a sus compañeros de lo feliz que le hace estar al lado de Rocío Flores esta semana. "Tenía muchas ganas, estoy muy feliz, muy feliz, ¡muy feliz!", afirmó. "Y mi marido, ¿sabes lo feliz que puede estar mi marido ahora mismo? Él lo deseaba, se lo dijo a Yiya", añadió. Arreglar las diferencias con Rocío, sostiene, ha sido para ella un regalo: "esto no lo han mandado", dijo haciendo referencia a la joven y al consejo que le dio Ortega.

Secuencia de alguno de sus enfretamientos.

Pero, ¿hasta cuándo continuarán haciendo tan buenas migas?