Cuando el pasado año Anthony Vaccarello tomó el testigo de Heidi Slimane al frente de la dirección creativa de YSL, su estilo descarado gustó a los seguidores de esta veterana firma, a la que imprimía aires de modernidad. Pero su última campaña se ha pasado de transgresora y ha puesto en pie de guerra a los ciudadanos de París, que consideran que las imágenes de su próxima colección son un atentado contra la dignidad de la mujer y degradan al género femenino. La entidad reguladora de la publicidad en Francia ha recibido en sólo unos días más de medio centenar de denuncias relativas a esta campaña, con la que se quejan de que las modelos se convierten en  "mujeres objeto" y tildan las imágenes de "degradantes" o incluso de "incitación a la violación". Hasta este viernes no se sabrá si la campaña, tal y como piden los franceses en redes sociales con la etiqueta #YSLRetireTaPubDegradante# (YSL retira esa publicidad degradante) es retirada del mercado. Mientras tanto, las imágenes de Vaccarello están en boca de todos, quién sabe si cumpliendo así los deseos de este director creativo, que ha visto en la provocación la mejor manera de publicitar a la vieja YSL.