Los rumores de una crisis de pareja entre el príncipe Harry y Meghan Markle se han acentuado en las últimas semanas. La prensa británica ha esbozado diferentes motivos que harían peligrar la relación sentimental de una pareja que hace un tiempo parecía indestructible y ahora estaría inmersa en un mar de dudas. La crisis económica que atraviesa el matrimonio sería uno de los principales detonantes de un hipotético divorcio. Hasta el momento, ninguno de los dos protagonistas ha salido al paso para afirmar o desmentir unos rumores que cada vez cobran más fuerza.

Harry y Meghan no han celebrado su quinto aniversario y a partir de ahí ha comenzado una oleada de informaciones que ponen en entredicho la salud amorosa del matrimonio. Según The Telegraph, la relación está muy deteriorada y ofrecen el testimonio del maquillador de Meghan. Este amigo personal de la actriz señala que Harry, pese a estar a gusto en Estados Unidos, echa de menos Inglaterra. “Ha encontrado definitivamente su sitio y está muy asentado en California, pero echa de menos su hogar”, ha resaltado la citada fuente.

El príncipe y Harry podrían estar viviendo sus peores momentos sentimentales como pareja.

Tom Bower, un periodista especializado en la casa real británica, también aporta datos sobre la crisis de pareja que están atravesando. “Han comenzado a hacer vidas separadas y Meghan se estaría cansando de Harry”. Ambos tampoco pasan por un buen momento profesional. Incluso se apunta a la posibilidad de que Harry dispone de una residencia alternativa  si se diese el caso de la separación. El hijo menor del rey Carlos III de Inglaterra se alojaría en un exclusivo hotel, ubicado a dos horas de la casa familiar.

Harry y Meghan contrajeron matrimonio el 18 de mayo de 2018 en el Castillo de Windsor. Cinco años después podría llegar un divorcio que tendría un alto coste si atendemos a las condiciones que presuntamente ha impuesto la actriz. Según informa los medios británicos, Meghan firmaría los papeles del divorcio a cambio de 80 millones de dólares y la custodia exclusiva de sus dos hijos. Habrá que esperar acontecimientos para saber hasta dónde puede llegar este asunto, que vuelve a situar en el foco a la familia real británica.