"Mi hija Naia huele a ilusión"

Aitor Ocio es empático. Desde el principio de cualquier conversación con él te hace sentir a gusto. Como charlando con alguien a quien conoces de toda la vida. Sin evitar ningún tema, el futbolista -imagen de la nueva fragancia de Calvin Klein-, ha querido hacer un repaso a su vida personal y profesional, tras una época -en lo tocante a su relación con su ex, Laura Sánchez, y a la tutela de su hija, Naia- muy agitada informativamente hablando.

-Comencemos, si le parece, por el motivo del acto que nos ha reunido... ¿Por qué fragancias suele decantarse?

-Bueno, para el día a día, a la hora de hacer deporte y entrenar, prefiero algo fresco, suave. Luego, para una cena, mejor un olor más marcado, diferente. Eso sí, nada que sea fuerte. Lejos de Jaks (risas).

-¿Es verdad que los futbolistas suelen ser muy presumidos?

-No es cuestión de ser futbolista o tenista sino de dedicarle más o menos tiempo. Por mi parte, lo justo. Claro que soy consciente de que voy cumpliendo años y me cuido la piel y el cabello.

-El 28 de marzo cumplirá 35... ¿Qué tal los lleva?

-Perfectamente. Lo importante es poderlos celebrar. Es un momento bueno en mi vida. Mantienes la energía pero con experiencias que conforman tu personalidad.

-¿Le preocupa que su carrera se acabe?

-No. Soy consciente de que, en como futbolista, mi trayectoria está a punto de acabar. Hay que dejar paso a otros que llegan y se abren otras alternativas. Mi vida pasará a ser de otra manera.

-¿Cómo la imagina entonces?

-Tranquilo. Con mi familia. Disfrutando lo que ahora no puedo. Viajando y conociendo mundo, algo para lo que tampoco tengo muchas oportunidades.

-¿Ejerce como padre?

-Absolutamente. Una de las cosas que me permite mi trabajo es que puedo despertarme con mi hija, vestirla y, tras entrenar, recogerla, cenar, acostarme con ella...

-¿A qué huele su niña?

-A ilusión, a alegría. Como cualquier otro pequeño de cinco años con una vitalidad y una salud intacta. Laura y yo estamos muy orgullosos y nos da mucha satisfacción Naia.

-¿Se resolvieron los problemas de la custodia entre ustedes?

-Sí. Hubo un proceso difícil y ya acabó. Ambos lo hemos asumido para mantener la felicidad de Naia. Ella está perfectamente y eso es lo que más cuenta.

-¿No va a darle hermanos?

-Claro que sí. Lo que pasa es que eso viene cuando toca. Si Laura y yo no nos hubiéramos separado ya hubieran venido pero han sido las circunstancias. Sea como sea, tanto por mi parte, como por la de su madre, seguro que los tendrá.

-Por si fuera poco, el amor también le sonríe al lado de Bárbara...

-Llevo desde hace un tiempo enamorado. No es una persona pública ni tiene interés en aparecer en las fotos.

-Lo malo es que, aunque no quiera, hay robados...

-No soy consciente de eso. De repente encuentras esas fotografías que no esperas. Lo entiendo pero tampoco hago nada excepcional. Hago lo que cualquier otro. Se me ha respetado, yo respeto y no he tenido ni un solo incidente con la prensa. Comprendo el interés.

-¿Mejor una relación con alguien desconocido o famoso?

-No tiene nada que ver. Una relación está por encima de la fama. El amor, cuando llega, llega. Con independencia de la situación social que a uno le rodee.