Un tortuoso camino hacia el entendimiento
La dura separación de Juan Antonio Ruiz, 'Espartaco', y Patricia Rato pasa por uno de sus momentos más críticos tras conocerse por parte de ambos, cómo están viviendo este mediático proceso seguido por todos.
Posiblemente que ni Juan Antonio Ruiz, Espartaco, ni Patricia Rato hubieran imaginado que un matrimonio de tantos años como el suyo iba a terminar de la forma en la que lo está haciendo. Y es que, aunque en principio ninguno de los dos parecía estar dispuesto a realizar declaraciones al respecto, el desenlace de los acontecimientos de los últimos tiempos está provocando que ambos quieran aportar, con sus respectivas declaraciones, su punto de vista sobre la que es la separación más mediática de la actualidad.
Así, el torero ha sorprendido con unas declaraciones en la revista Mujer hoy donde afirma que le quieren "destruir" y que, en estos instantes, tiene, siempre según sus palabras, "una pena enorme". "Desde los 12 años lo único que he hecho es trabajar, jugarme la vida delante de un toro y ayudar a mi gente. Hoy estoy divorciándome de mi esposa con toda la tristeza por no haber podido salvar lo nuestro, pero repito que no entiendo ese afán por acabar con mi nombre. Sufro mucho, no ya tanto por mí, sino por cómo lo están pasando mi madre y mi padre", confesaba el diestro en dicha entrevista exclusiva donde, de paso, se apuntó a que algunas amigas de Espartaco están recibiendo cartas para que, al parecer, lo denuncien y lo "desenmascaren".
Por su parte, Alejandra, la hija de la pareja, decidió, hace unos días, llamar por teléfono al programa Enemigos íntimos e intervenir en directo para aportar su punto de vista en relación a los sucesos que viven unos padres muy apenados por la decisión tomada por la joven. "Mi niña es lo más importante y mi único temor es que pueda pasarlo mal. Siempre estaré a su lado", ha declarado un progenitor que hubiera preferido llevar estos asuntos desde una posición mucho más discreta y menos aireada públicamente. Una actitud con la que coincide su ex, Patricia Rato, quien el viernes pasado reapareció en sociedad durante una cita en Sevilla de la que informamos en estas mismas páginas y en la que se rindió un pequeño homenaje al uso de la mantilla y el mantón.
Ella, sin ninguna de las dos prendas -por las prisas de última hora con las que acudió al acto-, compareció, tranquila y serena, compartiendo mesa y conversación con invitados como Juan Ignacio Zoído, candidato por el PP al Ayuntamiento de la ciudad hispalense, o el diseñador Tony Benítez. Madrileña de nacimiento, Patricia confesó lo cómoda que se siente en una ciudad, la del Guadalquivir, donde ha pasado las dos últimas décadas de una vida de la que, poco a poco, está recuperando el timón de mando gracias al apoyo de su familia y de sus múltiples amigos. Algo agobiada por la persecución de los medios de comunicación, esta valiente mujer intenta evitar que eso mismo le suceda a esos descendientes para los que, antes de nada, ha pedido respeto pues aunque los menores de edad estén protegidos por la ley, de una forma u otra, al final, pueden verse afectados por tan complejo entramado informativo.
Por si fuera poco, a esta rocambolesca historia también ha venido a unirse Juana Dolores Valderrama, hermana de Valderrama -e hija, por tanto, de Juanito Valderrama y Dolores Abril-, la cual compartió junto a Espartaco un oculto noviazgo de seis largos años que concluyó al aparecer en escena Patricia y sobre el que también se han relatado todos los detalles en el mencionado espacio, Enemigos íntimos. Así, la cantante vino a concluir que, locamente enamorada, aguantó del maestro muchos desplantes y desaires que, poco a poco, le costaron una depresión de consecuencias a bastante largo plazo. Un capítulo más en este culebrón del que, con impaciencia, esperamos un final lo más feliz posible para sus protagonistas.
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