La sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a tres años de cárcel a Carlos F. M. por un delito de intento de homicidio por apuñalar a un joven en la calle Betis a primera hora del 25 de diciembre de 2019. Asimismo, deberá indemnizar a la víctima con 6.000 euros y tendrá prohibido acercarse a 300 metros de ella durante un periodo de cinco años.

La sentencia, facilitada por la oficina de Comunicación del TSJA, considera probado que pasadas las 7:00 del 25 de diciembre de 2019 la víctima salió de un pub situado en la calle Betis y se encontró con el acusado, con quien había tenido un altercado tres días antes en la puerta de un salón de juegos de otra zona de la ciudad y ambos empezaron una pelea. 

En un momento determinado, Carlos F. M. le clavó a la víctima "un objeto punzante en el costado", con tanta fuerza que según declaró el forense en el juicio, le rompió una costilla. Las personas que estaban en la calle separaron a los dos y la víctima intentó refugiarse volviendo al pub, momento que aprovechó el acusado "lejos de cesar en su empeño" para perseguirlo "con el objeto punzante en la mano", lanzándole un patada que paró uno de los porteros de la discoteca. Después de esto, el acusado huyó de la zona.

Durante el juicio, el acusado aseguró que cuando se peleó con la víctima, "no lo hizo con la intención de matarlo" y ha afirmado que el objeto punzante con el que le causó una herida en el costado que le dañó el bazo "lo encontró tirado en la calle" durante la pelea que tuvo con la víctima. "Iba morao y cogí lo primero que vi", añadió. 

La Fiscalía solicitaba siete años y medio de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa. En este sentido, el tribunal ha considerado que la pena se puede rebajar en dos grados puesto que "en ningún momento llegó a peligrar la vida del lesionado". El acusado, Carlos F. M. estuvo en prisión provisional desde el 27 de diciembre de 2019 hasta el 23 de abril de 2020.