Los familiares del taxista detenido sospechaban que sus teléfonos móviles podían haber sido intervenidos por orden judicial, según se desprende de las conversaciones interceptadas por la Guardia Civil y cuyas transcripciones han sido remitidas al juzgado que investiga los hechos.

Así, un familiar del taxista habla en clave con otro, al que le comenta que “cada vez llovía más”, lo que provoca las risas de su interlocutor, ante lo que la primera persona vuelve a decirle “el tiempo está cada vez más oscuro”.

La contestación tampoco deja lugar a duda para los agentes.“Esos son asustaviejas”, relata en alusión a una visita de una pareja de agentes de la Guardia Civil de paisano interesándose por el sospechoso.

A raíz de esa actuación policial, los familiares llegan a decir en otra conversación que han sido “amenazados” y presionados por los agentes, algo que niegan rotundamente los investigadores puesto que esa actuación se realizó en presencia de una dotación de la Policía Local.

En otro pinchazo, uno de los familiares incrementa su tono y agresividad, y llega incluso a insultar a la Guardia Civil y a la autoridad judicial, al afirmar textualmente: “El de la toga me la va a chupar a mí, jefe” y “el de la toga me la va a comer a mí”, recoge el atestado.