Inseguridad ciudadana

Los padres del agredido en la "caza del pijo” temieron una lesión medular

  • Las agresiones de pandillas se han multiplicado por la pandemia y las trabas a las botellonas  

  • Uno de los agresores, mayor de edad, está en prisión desde el sábado 

Botellona juvenil en el paseo de Colón

Botellona juvenil en el paseo de Colón / Juan Carlos Muñoz

El padre que ha denunciado la agresión sufrida por su hijo dentro de una campaña viral de “caza al pijo” en el barrio de Nervión ha relatado el miedo que pasó la familia porque al principio temieron que hubiese sufrido una lesión en la columna vertebral. Su hijo pasó cinco horas en Urgencias del Virgen del Rocío pues llegó a orinar sangre a consecuencia de las patadas que le dieron en los riñones.

El padre, que pide mantener el anonimato, explica a este periódico que las agresiones se han multiplicado con la pandemia y las dificultades que el confinamiento está imponiendo a las botellonas, a las copas en los bares y reuniones de más de seis personas.

A raíz de su denuncia al comisario jefe de Nervión, su familia ha recibido un aluvión de llamadas de otros padres con hijos entre 11 y 17 años que han sufrido provocaciones y palizas similares cuando se reúnen en las zonas ajardinadas en torno a la avenida de la Buhaira, lo que en estos tiempos de pandemia constituye una de sus escasas alternativas de ocio. 

Según su experiencia, los agresores suelen proceder de barriadas desfavorecidas y “su diversión consiste en reunirse cuatro o cinco para zurrar a otros porque no les gusta como les miran o cualquier otra excusa”, declara. 

Su hijo recibió “una brutal  paliza y sufrió contusiones muy aparatosas” pero “afortunadamente no tuvo ninguna fractura de huesos, es una persona deportista y se está recuperando”, relata el padre. 

Al parecer, la noche del viernes los servicios de emergencias estuvieron colapsados y el joven estuvo 50 minutos tendido en el suelo en la avenida de la Buhaira a la espera de una ambulancia. Su padre recuerda la angustia que pasaron porque pedía que no le moviesen, se quejaba de un dolor fuerte en la espalda y temían que pudiese tener una lesión medular. Posteriormente orinó sangre como consecuencia de las patadas en los riñones que le dieron.

El padre agradece la comprensión y profesionalidad de los policías de la Comisaría de la Macarena donde presentó su primera denuncia. Según sus noticias, la Policía Judicial detuvo el sábado a uno de los agresores, mayor de edad, que ingresó en prisión.

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