El surrealista interrogatorio del acusado en el caso de la bebé de Los Palacios: "Tengo 15 años, soy viudo"

El presunto cómplice de la madre que dejó a su recién nacida en un contenedor de basura sufre un 67% de discapacidad intelectual y protagonizó una testifical bastante dificultosa

"Mari Ángeles me dio una bolsa, la niña estaba dentro, llorando, y me dijo 'tírala dentro del contenedor'", explica

Empieza el juicio a la madre que dejó a su bebé recién nacida en un contenedor de basura en Los Palacios: "No quería hacerle daño"

La madre biológica de la niña, este lunes en la primera sesión del juicio.
La madre biológica de la niña, este lunes en la primera sesión del juicio. / D.S.

El juicio contra una madre de Los Palacios acusada de intentar asesinar a su bebé recién nacida tiene un segundo acusado: un amigo de la presunta homicida que, por mandato de ella, llevó a la pequeña hasta un contenedor de basura. Su interrogatorio, en cualquier caso, fue surrealista por no decir casi imposible. José Antonio L.V., que tiene 46 años, declaró que tenía 15 y que era viudo. Después dijo que tenía 22 y que era jueves. Y el día que compareció ante la Guardia Civil, cuando le preguntaron si sabía por qué estaba allí, contestó “galletas”. La incongruencia de sus respuestas (en la mayoría repitió la última frase de quien le preguntaba) convirtió en casi inútil la declaración de una persona con un 67% de discapacidad. La Fiscalía, de hecho, pide para él una condena de sólo seis meses de internamiento psiquiátrico como cómplice del delito de asesinato en grado de tentativa.

Fuese repetición de lo último que le preguntaban o fuese su propio recuerdo de lo ocurrido, el caso es que el encausado afirmó que Ángeles V.V. le dijo "levántate", le dio "una bolsa" y le añadió "tírala dentro del contenedor". "Dentro estaba la niña, llorando", añadió. Y a la pregunta de si sabía que podía morir y si se lo dijo a su amiga, contestó mecánicamente: "Podía morir, yo lo sabía, se lo dije a Mari Ángeles".

José Antonio L.V. también indicó que la niña "nació y se dio un golpe en la cabeza", aunque en realidad no dejó nada claro que él hubiese estado en el aseo en el momento del parto.

También declararon los dos vecinos que encontraron a la bebé. El primero oyó “un llanto muy débil”, pero pensó que era “un gato”. El segundo lo ayudó a indagar dentro del contenedor y halló la bolsa donde estaba la chiquitina, “llena de sangre” y desnuda en un día de “mucho frío”. Le hicieron “un nido” de cartones y plásticos y ya después llegaron más vecinas que aportaron una mantita. Una de ellas la llevó al ambulatorio. Y todos y todas coincidieron en que la calle donde la pequeña fue abandonada es “muy poco transitada”.

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