La caja negra

A Zancajo le dan estopa desde la bancada azul

  • La ministra de Hacienda, la sevillana María Jesús Montero, ataca al director de los servicios informativos de la RTVA en una tarde plúmbea donde los camiones de Lipasam recogen otra vez cantidades ingentes de botellas de cerveza. 

Álvaro Zancajo, en su etapa en RTVE

Álvaro Zancajo, en su etapa en RTVE / M. G. (Madrid)

La ministra Montero nos saca del sopor de la tarde. Perdida está la cuenta de los días que llevamos encerrados. Hay quien hasta ha probado una Mahou por aquello de estar motivado y no caer en la rutina. ¡Qué barrila de presentadores y políticos hablando de la desescalada y del desconfinamiento! Todo el mundo entiende qué se quiere decir con esos inexistentes términos, pero a los profesionales de la información se nos supone el uso preciso del lenguaje. ¿O no? Como a los altos representantes públicos se les supone el buen estilo, la mesura y cierta elegancia. Pensábamos en estas teorías cuando la ministra andaluza estaba sentada en su escaño azul, en esos bancos azules como el color del cielo cuando no hay nubes....

-¡Óle!-Gracias

Pues la ministra se levantó, tomó la palabra y le arreó estopa no a Pablo Casado ni a Cayetana, la del apellido más largo que un AVE Madrid-Sevilla de un viernes por la tarde. Ni siquiera al secretario general del PP, el murciano que lanza los huesos de aceituna más lejos que nadie y que tan pronto aparece de cofrade como de esquiador. García Egea tiene más armario que Mortadelo. Tampoco la ministra le arreó a Santiago Abascal, que se entalla las chaquetas tanto que encajaría perfectamente en un escaparate de Álvaro Moreno o de invitado en una fiesta de Mario Niebla (sin toros esta temporada). La ministra le dio caña a un periodista: Álvaro Zancajo. ¡Cáspita! El director de los servicios informativos de Canal Sur Televisión en el centro del debate nacional. A este tipo no le han dado ni los cien días. ¡Leña a Zancajo! Montero aludió al pasado del profesional como director de TVE, cuando en realidad lo fue del Canal 24 horas, que fue cuando nos aficionamos al susodicho. ¡Documéntese mejor, doña María Jesús! A Zancajo le abuchean en Sevilla y en Madrid, le tiran almohadillas de los tendidos de la izquierda como a los toreros que quieren ser figuras pero pierden la muleta.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero La ministra de Hacienda, María Jesús Montero

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero / M. G. (Madrid)

En Andalucía le pincha el consejero socialista de la RTVA, señor Prada, que de vez en cuando también le endiña a Jesús Vigorra Y en Madrid le da caña una de las ministras más capaces (junto a Calviño y Planas) de un Ejecutivo de saldo. No habrá Calle del Infierno este 2020, pero algunos no paran de jugar al pimpampún contra Zancajo, aquel presentador con tipo de rehiletero.

Una vez dijo José Ramón de la Morena que en sus comienzos siempre esperaba que el gran José María García le replicara, le atizara, le atacara desde su programa. El entonces joven periodista esperaba todas las noches con que eso ocurriera, pero no había manera. Hasta que por fin García lo hizo. Entró al trapo. Y de la Morena tuvo claro el efecto: "Ya he triunfado". Pues Zancajo debería estar abriendo en la tarde de ayer una botellita de Möet Chandon como las que la beautiful people del PSOE descorchaba en las casetas de los gerifalttes de la patronal en la Feria en los tiempos de las mayorías absolutas y de los acuerdos de concertación social, por supuesto siempre antes de la crisis de 2008. Tras el batacazo económico y financiero los langostinos fueron sustituidos por los camarones. Y el carbónico francés fue cambiado por el Fino Romería, que lo beben tu cuñado y hasta tu tía. A Zancajo habría que regalarle un chaleco del nuevo régimen, de esos que no llevan mangas, pero con chapas de acero.

Botellas de vidrio recogidas del contenedor de la Alfalfa Botellas de vidrio recogidas del contenedor de la Alfalfa

Botellas de vidrio recogidas del contenedor de la Alfalfa / M. G. (Sevilla)

Es muy revelador que una ministra de Hacienda, que todavía vive de las cuentas de Montoro, una especie de Cid Campeador del Fisco de España, protagonice un nuevo ataque contra los periodistas que no son considerados dóciles con el poder. Sobre todo porque ocurre en plena polémica por el control de la información por parte de un Ejecutivo que está en el punto de mira por colocar y mantener a una administradora única, supuestamente provisional, que está protagonizando una de las etapas más polémicas de manipulación, propaganda y descrédito de RTVE.

Con el panorama que hay en España, con la cifra de los 20.000 muertos ya superada, resultó cuando menos llamativo que el debate en la Carrera de San Jerónimo llegara a centrarse en un alto cargo de la RTVA. Alguien, lógicamente, debió pedirle a Montero que aprovechara el eco azul de su asiento para pegarle el puyazo a la RTVA que controlan las derechas, sobre todo ahora que no hay temporada taurina. ¡Que no se pierda la suerte de varas!

A esa hora de la tarde se llevaban cientos de botellas de cerveza del contenedor de la Alfalfa. El camión de Lipasam provoca un terrible estruendo durante la recogida. La banda sonora de la empresa de Lipasam en este estado de alarma bien podría ser un villancico: "¡Beben y beben y vuelven a beber!". Ruido en Madrid y más ruido en Sevilla.

Al socialista Juan Carlos Cabrera, primer delegado sin Fiestas Mayores, le dan abrazos virtuales para su consuelo. A falta de sillas de los chinos, de santos sobre los pasos de la ciudad de lonas, sólo le queda la Policía Local. Si a Cabrera hay que echarle la mano por el hombro, surge la pregunta inmediata. ¿Entonces que se le da a Antonio Muñoz, delegado de Turismo? Casi habría que darle el pésame, como a los consejeros de Medio Ambiente cada vez que se muere un lince. En Sevilla estamos a la espera de que salga el Arias Navarro de turno: "Andaluces, sevillanos, el turismo ha muerto. Llegada la hora de cerrar los bares franquiciados...". Y todos llorando. Tendremos que poner de luto la Catedral, el Alcázar, los tablaos flamencos, la Casa de Pilatos y los autobuses de Enrique Ybarra.

Seamos positivos, los sevillanos al menos nos volveremos a encontrar por la calles. Nos reconoceremos sin tantas bullas. ¿Pero de qué vamos a vivir sin turismo? El Cristo de San Agustín y San Judas Tadeo se apiaden de esta ciudad consagrada al sector servicios mientras los druidas dan con la receta de un nuevo modelo productivo. Menos botellines y más chimeneas. Por eso, precisamente por eso, hay que acompañar en el sentimiento al responsable político del turismo. Antonio, estamos contigo.

"El verano está perdido", afirma un sesudo tertuliano. La popular feria de la cerveza alemana se cae del cartel. Un trianero también da por suspendida la Velá de Triana. El arrabal sin avellanas verdes. El anterior jefe del Estado Mayor de la Fuerza Terrestre, general Escámez, está ahora en Ceuta. Lleva poco más de un mes en su nuevo destino. Entre algunos de sus compañeros ha sorprendido que haya grabado un video para felicitar el ramadán a los musulmanes. Del nuevo jefe del Estado Mayor en Sevilla, general Salom, se ensalzan su trayectoria: mandó el Tercio de la Legión de Ronda, fue ayudante del rey Juan Carlos y su hermano está al mando de la Guardia Real. Ni Escamez ni Salom han podido tomar posesión de sus nuevos cargos. La pandemia tiene todo cancelado.

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