Pleno de investidura

La seriedad y la memoria selectivas de Oseluí, nuevo alcalde de Sevilla

Juanma Moreno conversa con José Luis Sanz y Antonio Muñoz antes del inicio del Pleno del Ayuntamiento de Sevilla.

Juanma Moreno conversa con José Luis Sanz y Antonio Muñoz antes del inicio del Pleno del Ayuntamiento de Sevilla. / juan carlos vázquez

José Luis Sanz juró como nuevo alcalde de Sevilla a las 13:40 horas. Con la presencia del presidente andaluz en la primera fila, pero sin arzobispo de Sevilla. Con Moreno, pero sin Saiz. Cuando menos... curioso. Sus primeras palabras como alcalde fueron para leer una cita del escritor y periodista Antonio Burgos, Hijo Predilecto de Andalucía. Un solo ex alcalde presente en el acto: Juan Ignacio Zoido. Sí estaba Antonio Muñoz, pero como concejal de la nueva Corporación. Ningún ministro del Gobierno de la denominada Coalición de Progreso, pero sí el padre del centro derecha andaluz: Javier Arenas, que fue concejal en los tiempos que ni existía Telesur. Por supuesto no faltó el teniente general jefe de la Fuerza Terrestre, Carlos Melero, que siempre mide con precisión atinada la elección de los actos a los que asiste. Tampoco se perdieron el Pleno de investidura los empresarios de siempre, ni los rectores universitarios. Ni por supuesto el presidente del Consejo de Cofradías, Francisco Vélez, sentado junto al obispo auxiliar, Teodoro León. Ni faltaron la consejera de Desarrollo Educativo de la Junta, Patricia Del Pozo, ni el número uno del PP al Congreso de los Diputados, Juan Bravo, ex consejero de Hacienda del Gobierno andaluz. 

Sanz ensalzó la belleza de la ciudad con una cita de Antonio Gala. Hace menos de año y medio habíamos oído el discurso de investidura de Antonio Muñoz, que se basó en Ocnos, la obra de Luis Cernuda sobre la ciudad. Sanz también citó luego a Cernuda, pero quiso que su perspectiva fuera mucho más amplia. Estrategia se llama. Comienza una nueva etapa no sólo porque se multiplican las referencias bibliográficas, sino porque el alcalde anuncia que habrá una "sinergia absoluta" con la Junta de Andalucía. Sea como fuere, Oseluí debe dar una gran primera orden: "¡Boga de limpieza!". Porque la infantería de barrenderos y barredoras es un despropósito que ni los socialistas han negado. 

Se presentó en primera persona. "Soy José Luis Sanz, dicen que soy serio". Justificó su seriedad en su gran sentido de la responsabilidad. "Detesto la improvisación". Se acordó de los actuales líderes de su partido en los ámbitos nacional, regional y provincial: Alberto Núñez Feijóo, Juan Manuel Moreno y Ricardo Sánchez. A él lo pusieron de candidato Pablo Casado y Teodoro García Egea, que accedieron a concederle el privilegio de proclamarlo como cabeza de lista con mas anticipación que a ninguno otro. Casado y los suyos cayeron en aquella crisis interna que los enfrentó con Ayuso. Costó lo suyo que Sanz fuera ratificado por el nuevo orden popular. Hubiera sido un fallo no hacerlo, pero movimientos hubo... que por fortuna para sus intereses no prosperaron. Unos detestan la improvisación y a otros llama la atención la falta de memoria. Así se escribe la historia. La política tiene poca memoria, pasa página con facilidad. Y cuando la tiene suele ser para las notas marginales del rencor. Muy bien las referencias a los ex alcaldes, sobre todo a Monteseirín, al que deseó pronta recuperación. Y muy celebrado el recuerdo a Alberto y Ascen, al que nunca se les evocará y honrará suficientemente. 

Muchos niños en el Salón Colón, toda una novedad. Alguien se pregunta si es un acto para tantos menores. "Depende de cómo se porten, muchos asisten con más educación que algunos adultos". Entre la bulla del Colón, los clásicos de siempre. Unos vienen y otros van, Paco Herrero siempre está. El presidente de la Cámara de Comercio es un incombustible y siempre, siempre, está en condiciones de ser testigo de una boda. Impecable. De escaparate de Cañete. El ex alcalde Zoido charló animadamente en los minutos previos con el saliente saliente teniente Cabrera. Una cordialidad siempre recomendable. Los cordones de la medalla son de hermandad de la provincia. Algunos funcionarios en lugar destacado deben evitar estar enganchados al teléfono móvil. 

La ceremonia de jura es como la oración de los fieles en las bodas: un pase de trajes y modelos. Juan de la Rosa, con pañuelazo en el bolsillo superior de la chaqueta, al igual que Fernando Rodríguez Galisteo. Ignacio Flores debe sumar medallas de concejal como para abrir una sucursal de la prestigiosa Cordonería Alba. Los de Vox se sabían el texto de la jura de memoria, nada de mirar al papel. Las mangas mejor cortadas de la nueva corporación, las del ya citado Rodríguez Galisteo. De casta le viene al galgo. "Por imperativo legal y desde mis valores republicanos", dijo Susana Hornillo (Con Andalucía) para mostrar su respeto por "el jefe del Estado". Habló hasta del derecho a la vivienda sin cortes de luz. 

Los concejales salientes tuvieron derecho a asiento en la fila 4 (Barrionuevo, Belmonte, Macías...). Los invitados de menor rango vieron la ceremonia desde el salón comedor, rápidamente referido como el salón de los tiesos, que al menos daba derecho a pantalla XXL y a la contemplación de parte de la rica pinacoteca municipal. Pero vieron todo el tiempo al rey con la cabeza cortada, ya que el espléndido retrato de Juan Valdés que preside el Salón Colón aparecía sólo en su mitad inferior. 

Muñoz dejó sentada su estrategia de la dualidad, la misma que le avanzó a Salomón Hachuel en la Cadena SER en su última entrevista como alcalde. Si Oseluí no quiere pactar con Vox, puede contar con el PSOE. Unos y otros le pondrán sus condiciones para apoyar el presupuesto.  Los ediles del PP aplaudieron la intervención de Antonio Muñoz. Alguien afea que haya asistentes vestidos con camisetas. "Deben ser republicanos de la izquierda esa...". A las dos y diez estaba el pescado vendido. La basura aguardaba en las calles de una ciudad que idealizamos para verla siempre bella. Preferimos no tener memoria, todos somos selectivos. Como el nuevo alcalde. El nuevo gobierno y sus cuadrillas se fueron a brindar junto al río, por donde siempre ha entrado la mejor historia de la ciudad. Veremos.