Toda la gama del 2008, el SUV de Peugeot fabricado en la planta de Stellantis de Vigo, recibe algunos cambios de aspecto, además de pequeñas modificaciones en su habitáculo.
Así, en su frontal, cuenta ahora con una parrilla que se estira a lo ancho y a lo alto, además de una nueva firma lumínica; mientras que en la parte posterior desaparece el símbolo del león del portón, cambia la grafía del nombre de la marca y son nuevos los pilotos, con una distinta disposición de funciones -ya todas con led- respecto al anterior modelo, el comercializado desde 2020.
Bajo el capó, y en el momento del lanzamiento, no hay cambios respecto a lo conocido en los motores térmicos, de modo que se mantienen los de gasolina y Diesel. Del primero hay dos versiones a partir de la misma base del 1.2 PureTech de tres cilindros y el segundo se trata del 1.5 BlueHDI de cuatro. Respectivamente ofrecen 100 o 130 CV los de gasolina y, asimismo, 130 CV el Diesel.
Más adelante, todo indica que a principios del año que viene, habrá una variante más a partir del PureTech. Tendrá 136 CV y utilizará la microhibridación de 48 voltios que ahora estrenan los 3008 y 5008.
El precio de arranque para el 2008 con el motor de gasolina de menor potencia, el de 100 CV, es de 26.890 euros, por los 30.990 para el de 130 CV, en este caso siempre con la caja de cambios automática. En el primero se usa exclusivamente la manual.
En el Diesel ocurre otro tanto que con el motor de la misma potencia de gasolina: sólo se recurre a la caja automática EAT8. Para estos Diesel el precio “desde” es de 33.240 euros.
Con los acabados Active, Allure y GT, Peugeot mantiene para el e-2008, la versión eléctrica, el motor de 136 CV (100 kW) que, con la batería de 50 kWh -46 útiles- homologa un alcance de 345 km con un consumo de 17,3 kWh/100 km. El precio más bajo de este e-2008 es de 39.640 euros.
Además, del eléctrico de 136 CV, ahora uno de 156 CV
Sin embargo, con este restyling se estrena una segunda versión eléctrica, también asociada a los mismos acabados que la conocida y comercializada desde 2019, además de con un First Edition, un nivel exclusivo de la nueva propuesta y cuyo precio es de 46.140 euros. Para el resto, el diferencial de precio entre los dos e-2008 que coexistirán es de 1.450 euros a igualdad de nivel de equipamiento.
Este nuevo e-2008 recurre, igualmente, a una arquitectura de 400 voltios de segunda generación que, en este caso, es la primera desarrollada por Emotors, una empresa conjunta de Stellantis y Nidec Leroy-Somer. El principal indicador de la diferencia con la anterior es que su motor tiene una potencia de 156 CV (115 kW) y 260 Nm de par máximo. Su mejor atributo, no obstante, es su mayor eficiencia.
Asimismo, estrena una batería que tiene una capacidad de 54 kWh, de los que 48 son útiles. Específicamente, el paquete de baterías que sigue proporcionando CATL está compuesto por 17 módulos -pierde uno, lo que reduce su peso 5 kg- y 102 celdas que utilizan una química de iones de litio más eficiente: NCM 811 por la anterior 523.
Con estas modificaciones, el e-2008 ofrece 406 km de alcance en el ciclo WLTP, con un consumo homologado de 15,2 kWh/100 km. Esa batería puede recargarse, con corriente alterna, con potencias de 7,4 u 11 kW, según se recurra al cargador embarcado de serie o al opcional, éste trifásico, y cuyo precio es de 300 euros. Con corriente continua admite hasta 100 kW.
Así va el nuevo Peugeot e-2008
La instrumentación con nuevas imágenes y la pantalla central, que es de 10” en todos los niveles de equipamiento, son los cambios que nos reciben en el interior. La sentimos más rápida a los toques sobre ella, mientras que la navegación puede ocupar ahora toda la anchura de la pantalla y sus actualizaciones, como las del resto del software del equipo multimedia, podrían realizarse inalámbricamente. En esa pantalla también se puede ver la imagen recogida por las cámaras de estacionamiento que son ahora de alta definición. Hay mayor número de tomas USB o un opcional cargador por inducción, en la consola central, que puede entregar a los teléfonos 15 W, el triple que antes.
Nuestra toma de contacto con el e-2008 nos ha llevado, durante aproximadamente 3 horas y media, por 210 km desde Mijas hasta Ardales, Ronda y la Sierra de las Nieves, con vuelta al punto de partida: es un trayecto exigente desde el punto de vista orográfico en el que obtuvimos una velocidad media de 57 km/h, relativamente alta, y un consumo que consideramos bajo aún con el climatizador trabajando a 22 ºC y con una temperatura exterior entre los 30 y 35 ºC: 14,3 kWh/100 km.
Al término del recorrido la batería aún contaba con un 40 por ciento de su capacidad disponible lo que, a este ritmo de gasto de electricidad, podría suponer energía para realizar unos 140 km adicionales.
Pese a tratarse de un nuevo sistema de propulsión eléctrico, Peugeot no ha realizado modificaciones en cuanto a la utilización del mismo, de modo que seguimos sin disponer de más control de la frenada regenerativa que la elección del modo D, en el que es somera, y B, en el que se intensifica. No hay, por tanto, levas con la que regularla.
En cuanto al freno, se perciben claramente dos fases en su recorrido: la inicial, la que se corresponde con la retención realizada por el motor menos intensa y, luego, mayor contundencia cuando entra en juego el sistema de freno hidráulico.
Mantiene, igualmente, el e-2008 tres modos de funcionamiento: Eco, Normal y Sport. En el primero, orientado a conseguir la máxima autonomía posible, se recorta la potencia a 82 CV, mientras que en el Normal se llega a 109 y en el Sport a 156. Sin embargo, si en cualquiera de los dos primeros se vence la resistencia que se encuentra en el pedal del acelerador al final de su desplazamiento -semejante a la de un quick-down de un coche con cambio automático- se puede contar con todo el empuje que puede aportar el motor, y éste es importante. En todo caso, las pendientes ponen en jaque a ese modo Eco perceptiblemente.
Cómodo por el trabajo de la suspensión, con una dirección que exige muy poco esfuerzo para moverla y de razonable amplitud, el e-2008 es un SUV que sigue siendo muy agradable de utilizar, más incluso que las versiones de combustión por su respuesta más rápida y llena en todo momento al acelerador, vibraciones o silencio de marcha; si bien en esta nueva variante gana, sobre todo, autonomía con una carga de su batería.
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