Puede que no se trate del primer monovolumen o furgoneta eléctrico camperizado -antes, que recordemos, Nissan ya había tenido un prototipo de su e-NV200, incluso con una derivada llamada Winter Camper-, pero sí es todo un ejercicio de normalización de esa electrificación porque los EQV que ahora muestra Mercedes estarán a la venta.

La conversión de estos EQV, recordemos que están fabricados en la planta de Vitoria (Alava), corre a cargo de la empresa suiza Sortimo Walter Rüegg y puede contar con un techo elevable, una cama y un módulo de cocina que se sitúa en el maletero.

Está disponible tanto con la variante de batería de 90 kWh, la EQV 300, con una autonomía de hasta 363 km conforme a la norma WLTP; y la EQV 250, con la de 60 kWh y hasta 236 km de alcance con una carga.

Sortimo hace la transformación de la EQV a camper y que puede incluir un módulo con la cocina situado en el maletero.

Con ambas baterías se pueden combinar las dos longitudes, bien la de 5,14 o la de 5,37 m.

El concepto de conversión que propone Sortimo es modular y, entre las opciones, está el techo elevado con una cama, una cama y un módulo de cocina. Este incluye cajones, fregadero, una cocina de gas… Sobre este módulo se sitúa la cama desplegable que ocupa toda la anchura disponible en el habitáculo del EQV.

Sin necesidad de recurrir a la opcional, el asiento trasero se puede convertir en una cama.

Además, puede instalarse bajo pedido dos paneles solares de 400 voltios para aportar carga a las baterías de baja tensión, tanto a la que de arranque como la auxiliar para el camping. Entre el equipo adicional están los cristales traseros oscurecidos, la iluminación posterior, puertos USB o asientos pivotantes para el conductor y el acompañante. En todo caso, y prescindiendo de todo extra, con el asiento trasero convertible en litera, el EQV ya cumple con los requisitos básicos para poder acampar.