¿Cómo funciona un cónclave? Así es el proceso para elegir un nuevo papa

El cuadro clínico del papa Francisco ha empeorado tras su ingreso por una infección polimicrobiana en el tracto respirato el pasado viernes en el Policlínico Gemelli de Roma. Al pontífice se le ha diagnosticado una neumonía bilateral, tras la realización de una tomografía computarizada del tórax que "requiere terapia farmacológica adicional", según ha informado la Santa Sede en un comunicado. No obstante, el papa respira de forma autónoma y que "el corazón está soportando bien" los tratamientos.

El pontífice se levanta y se puede sentar, aunque precisa reposo absoluto y ya no recibe visitas. Solo acceden a la habitación sus secretarios que le llevan algunos documentos. De momento, las informaciones ofrecidas por el Vaticano hacen prever que el papa permanecerá ingresado varios días más: ya se ha confirmado que no asistirá a la audiencia y posterior misa por el Jubileo de los Diácanos este fin de semana.

¿Qué ocurre si el papa Francisco renuncia?

El estado de salud del papa Francisco hizo saltar las alarmas tras su ingreso en el Policlínico Gemelli. La bronquitis que padece Bergoglio le ha afectado a la hora de cumplir con su agenda, sobre todo a la hora de leer sus discursos. Cabe recordar que Francisco ya sufrió una resección pulmonar en su juventud debido a una neumonía complicada.

Debido a la, por lo general, avanzada salud de los pontífices, siempre subyace la duda de qué ocurre en caso de que fallezcan o renuncien. De hecho, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, ha asumido en una entrevista en Canal Sur Radio la posibilidad de que el papa Francisco, de 88 años, pueda renunciar a su ministerio debido a su delicado estado de salud, como ya hiciera su predecesor, Benedicto XVI.

¿Qué es un cónclave?

La sucesión en el pontificado es una cuestión que la película Cónclave, ganadora de cuatro premios BAFTA, ha vuelto a poner de actualidad. El cónclave consiste en la reunión que celebra el Colegio Cardenalicio para elegir a un nuevo papa, que a su vez es el obispo de Roma y soberano del Vaticano. En el año 1059, el papa Nicolás II estableció las bases del proceso, aunque fue en 1274 cuando el papa Gregorio X promulgó la bula donde establecía que los cardenales electores debían ser encerrados bajo llave (en latín, cum clave).

Los cardenales son nombrados por el papa de forma vitalicia, aunque su derecho a voto cesa a los 80 años. Es por eso por lo que de los 252 cardenales que hay en la actualidad, solo 139 son elegibles para votar en un cónclave. Tras el fallecimiento del papa, el cardenal camarlengo destruye el anillo piscatorio y el sello papal ante el Colegio Cardenalicio para simbolizar el fin de la autoridad del pontífice. El cónclave debe comenzar entre 15 y 20 días después de quedar vacante el trono papal.

Inhibidores, quema de papeletas y fumata: el sistema electoral del Vaticano

Iniciado el cónclave, los cardenales electorales permanecen completamente aislados en la Capilla Sixtina. En el último cónclave de 2013 se desconectó la red wifi en todo el Vaticano y se instalaron inhibidores de frecuencia para evitar cualquier comunicación con el exterior. En la tarde del primer día se realiza una votación no obligatoria y, si nadie resulta elegido, se realizan hasta un máximo de cuatro votaciones diarias en cada día sucesivo. Las papeletas se queman después de cada escrutinio.

Si no se obtiene ningún resultado después de tres días de votación, el proceso se suspende durante un día para orar y reflexionar. Tras ello, pueden celebrarse hasta 21 votaciones más. A partir de entonces, solo los dos candidatos que hayan recibido el mayor número de votos serán elegibles en una segunda vuelta. En cualquier caso, desde 2013 se requiere una mayoría cualificada de dos tercios.

Tras cada escrutinio, la fumata nera, que emerge de una chimenea instalada en el tejado de la Capilla Sixtina, indicará una elección fallida, mientras que la fumata bianca, anuncia que un nuevo papa ha sido elegido.