Teatro Clásico de Sevilla. Autor: Lope de Vega. Dirección y versión: Alfonso Zurro. Intérpretes: Rebeca Torres, Manuel Monteagudo, Moncho Sánchez-Diezma, Pablo Gómez-Pando, Antonio Campos, Manuel Rodríguez y Alicia Moruno. Escenografía y vestuario: Curt Allen Wilmer. Iluminación: Florencio Ortiz. Música: Jasio Velasco. Producción: Juan Motilla y Noelia Díez. Lugar: Teatro Lope de Vega. Fecha: Jueves, 30 de octubre de 2014. Aforo: Completo.

Tres premios del Teatro andaluz -Alfonso Zurro (adaptación teatral), Curt Allen Wilmer (vestuario) y Jasio Velasco (música)- participan en esta producción liderada por Juan Motilla y Noelia Díez que pone en escena una obra menor de Lope de Vega pero que tiene dos ingredientes que la hacen atractiva: la historia se desarrolla en Sevilla y trata de un tema poco desarrollado en nuestro teatro clásico como es la reclamación de sus derechos por parte de los súbditos ante el abuso de poder del rey. La producción es soberbia. Vayamos por partes: la interpretación une a actores experimentados con jóvenes pero Zurro ha conseguido que no existan desequilibrios. Todos brillan, como la estrella que da título a la pieza. Curt Allen Wilmer ha ideado un espectacular juego de varas que estratégicamente posicionadas va conformando palacios, puertas, pasillos y cárceles creando una escenografía viva y cambiante. El vestuario, también de Allen, es una fusión perfecta de modernidad y traje de época resultando hermosamente provocativo y sensual. La iluminación de Florencio Ortiz acaba por redondear esta puesta en escena que resulta, ante todo, bellísima de ver y oír (la música de Velasco). Un impresionante trabajo de producción digno de una inexistente compañía de teatro andaluz (moribundo el CAT) y que bien podría ocupar su lugar como ejemplo de lo que debe ser una propuesta desde Andalucía de un nuevo teatro que combina calidad e interés por el público.