Arte

Del Año Murillo a Luis Gordillo

  • El Refectorio Alto de Santa Clara tendrá una exposición permanente dedicada a la obra del artista, que dona a su ciudad un fondo de obra gráfica sobre el mito de Carmen

El alcalde Juan Espadas junto a Luis Gordillo (Sevilla, 1937).

El alcalde Juan Espadas junto a Luis Gordillo (Sevilla, 1937). / Belén Vargas

Luis Gordillo (Sevilla, 1937) es mucho más que el Premio Velázquez a las Artes Plásticas 2007, el Nacional de Bellas Artes de 1981 o el Caballero de las Artes y las Letras de Francia, por citar tres de las más altas distinciones que ostenta. Referente de la vanguardia, el pop y la abstracción, ha sido una figura decisiva de la vida cultural española del último medio siglo, siempre en contra de la mediocridad política o artística.

Formado en París y Londres, donde completó los estudios que iniciara en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, su carrera se ha desarrollado fundamentalmente en Madrid pero en los últimos años su vinculación con su patria chica ha ido estrechándose, al igual que con la escena artística más joven: pintores como Miki Leal, Fer Clemente, José Miguel Pereñíguez o Rubén Guerrero que le recibieron siempre como un maestro. O como María Cañas, que acaba de inaugurar una muestra en el CAF almeriense y se sumó ayer junto a Manuel Salinas y una larga nómina de artistas de varias generaciones al acto público donde el alcalde Juan Espadas dio a conocer que Gordillo tendrá “al fin” una colección en su ciudad y una sala permanente donde se exhibirá su obra –el Refectorio Alto del convento de Santa Clara, en un primer momento; la intención es que sea Altadis en el futuro–.

El protocolo de intenciones suscrito ayer entre el Ayuntamiento y la Fundación Luis Gordillo –con sede en Madrid e impulsada por el artista y su esposa Pilar Linares– contempla además la donación de la serie dedicada a Carmen con la que Gordillo participó en una colectiva sobre el mito de la cigarrera que Luis F. Martínez Montiel comisarió para la Casa del Lector en Matadero Madrid. Martínez Montiel será también el comisario de esta muestra con la que en abril de 2019 abrirá sus puertas la sala permanente Luis Gordillo, cita que se completará con una antología de su obra gráfica.

Por tanto, lo “histórico” del acuerdo alcanzado no es tanto el volumen o valor económico de la donación realizada o de los préstamos en régimen de comodato que previsiblemente vendrán a continuación –aún no hay consignación presupuestaria para el proyecto– sino la voluntad del artista de implicarse en la vida cultural de su ciudad. “Pasaremos del Año Murillo al Año Gordillo”, valoró con humor Juan Espadas.

En torno a la sala permanente Luis Gordillo, y en colaboración con la Universidad de Sevilla, de cuya colección artística es responsable Martínez Montiel, se impulsará un programa de investigación, publicaciones y creación con epicentro en el legado de este maestro al que el CAAC dedicó en 2016 una excelente retrospectiva, Confesión general, que recaló también en Granada, Compostela y San Sebastián.

Luis Gordillo, que ha sido un pionero tanto del pop con su famosa serie de Cabezas realizada hacia 1965 como de la síntesis entre dicho movimiento, el informalismo y la geometría, ha realizado también una amplia labor de investigación tecnológica y de exploración de la imagen fotográfica. Aspectos todos ellos que, sin duda, tendrán eco pedagógico en un proyecto que se despejó durante una visita del delegado Antonio Muñoz y la directora general Isabel Ojeda al estudio del artista en la sierra madrileña y se concretó cuando Gordillo y su esposa acudieron, invitados por el alcalde, a ver la Semana Santa desde los palcos de la Plaza San Francisco.  

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