Zaha Hadid deja en España, tras su muerte, siete proyectos y grandes obras que, como el Plan Zorrotzaurre, en Bilbao, muestran el desafío a las formas que caracterizó siempre su trabajo. El alcalde bilbaíno, Juan María Aburto, expresó ayer en nombre del Consistorio su pesar por la pérdida de la arquitecta, "cuyo nombre estará siempre unido a esta ciudad", dijo en referencia a su proyecto para convertir en una isla la península de Zorrotzaurre. Para desarrollar el Master Plan de Zorrotzaurre, Hadid visitó Bilbao en 2003 y se mostró "impresionada" por la "ambición" por la mejora urbanística que percibió. Su proyecto, que rehízo en 2007, preveía inicialmente la construcción de doce puentes para conectar con la futura isla de Zorrotzaurre, aunque por ahora sólo hay construido uno y proyectado otro. También en el País Vasco la angloiraquí diseñó la estación Euskotren de Durango.

En Zaragoza, su impronta instaló la vanguardia arquitectónica a orillas del Ebro y su Pabellón-puente fue el emblema de la Expo.

Mucha menos suerte tuvo en Sevilla. Zaha Hadid fue la arquitecta que diseñó la Biblioteca de la Universidad de Sevilla, que comenzó a construirse en el Prado de San Sebastián, una zona verde cuya catalogación se cambió para permitir el equipamiento educativo. La decisión fue recurrida por los vecinos de la zona, que ganaron la batalla legal en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) y el 21 de agosto de 2012 las máquinas de demolición llegaron a las obras, que incluían el aparcamiento subterráneo y los pilares, y donde ya se habían invertido 4 millones de euros. Tras la sentencia del TSJA Hadid declaró a Efe el 4 de septiembre de 2012: "Creo que es un escándalo. No conozco los detalles; quizá alguien cometió un error; no tengo ni idea de la historia completa, pero en estas circunstancias, cuando España está pasando por serios problemas financieros, demoler un edificio que ya se está construyendo cuesta dinero y es simplemente inaceptable", señaló.