La Ofelia que el río no retuvo
Ofelia vegetariana | Crítica de Danza
La ficha
*** 'Ofelia vegetariana'. Cía. La Turba. Creación e interpretación: Carlota Berzal. Ayudante de dirección y dramaturgia: Ricardo Mena. Asistencia coreográfica: Rhea Volij. Música: Carlos Lecaros. Iluminación: Lamberto Arévalo. Vestuario: Mariana C. R. Suárez. Lugar: Teatro La Fundición. Fecha: Miércoles, 17 de marzo. Aforo: El permitido.
En el mundo de hombres y de ratones que puebla el Castillo de Elsinor, Ofelia, por el simple hecho de ser mujer, es la víctima más inocente. Su padre, Polonio, y su hermano Laertes le recuerdan constantemente su inferioridad y le impiden luchar por su amor mientras que Hamlet, su Hamlet, perdida ya la cordura, se empeña en que guarde su honra en un convento.
Pero la Ofelia que habita en la actriz y bailarina Carlota Berzal, esa que ha sufrido en su carne, como todas, como cualquiera, algún desamor y, sobre todo, las limitaciones de su sexo, decide salir del río donde Shakespeare la abandonó a la eternidad y, llena de vida, en ninguna parte, gritar con Heiner Müller “Yo soy Ofelia”.
Como la de Müller, la Ofelia de Berzal ha decidido dejar de matarse, aunque su rostro pálido y su corona de flores hablan ya de un destino inevitable. Y romper el círculo en el que la han encerrado, devorando, como Saturno a su hijo, las zanahorias que lo conforman.
Para expresar esta rebeldía femenina, que a veces transita de manera puramente introspectiva, la sevillana utiliza todos sus recursos, que son realmente encomiables, empezando por un intenso trabajo facial que una cuidada iluminación aproxima a lo que sería el primer plano cinematográfico.
La voz es utilizada en distintos registros, no muy sistematizados, mientras que la danza y el movimiento van marcando con maestría sus intenciones y la transformación de sus emociones, del dolor a la rabia y de esta a la catarsis.
Su admirable capacidad para girar y girar sobre sí misma y el frufrú de sus amplias vestiduras nos hablan de un viaje. Una huida a ninguna parte o, tal vez, al fondo del caos que la envuelve.
Con la mezcla de lenguajes que caracteriza a su compañía, La Turba, creada en 2014, con la que ha creado piezas como Filipo y Todo lo que no soy, Carlota Berzal ha realizado un sugestivo y muy aplaudido trabajo unipersonal.
También te puede interesar