El pintor Pedro de Campaña, considerado el principal artista del Renacimiento en Sevilla, regresó en 1563 a su Bruselas natal tras contribuir con su talento, durante más de un cuarto siglo, a aumentar el patrimonio artístico de la ciudad. Entre las creaciones más destacadas de su legado sevillano se encuentran las 15 pinturas que hizo, entre 1542 y 1557, para el retablo mayor de la trianera Iglesia de Santa Ana, en las que el autor plasmó diferentes escenas relacionadas con la vida de la Virgen María. Junto a las tablas de Campaña, la riqueza de este retablo se completa con seis esculturas en madera tallada y policromada que representan a los apóstoles y al Evangelista, realizadas por Pedro Delgado; el conjunto escultórico de Santa Ana con la Virgen y el Niño y la arquitectura lignaria, que se atribuye a Martín de Gaínza y en la que participaron ensambladores y tallistas como Nufro de Ortega y Nicolás Jurate.

El retablo, castigado por el paso del tiempo y por las diferentes intervenciones que había sufrido, afronta ahora una nueva etapa: ayer empezó el desmontaje de las piezas, que serán trasladadas al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) para su restauración. Los trabajos, en cuya financiación colaboran la Consejería de Cultura, el Ayuntamiento, la Fundación Cajasol y el Arzobispado, cuentan con un presupuesto de 422.713 euros y durarán unos 18 meses.

El viceconsejero de Cultura, José María Rodríguez, visitó ayer la iglesia para ser testigo de las primeras labores de desmontaje del retablo, un momento que quiso compartir con los periodistas. "Muchas veces se presenta el trabajo ya terminado, pero queríamos que la gente viese todo el esfuerzo que hay detrás de una restauración", explicó Rodríguez. El viceconsejero apuntó que dado que "hace un siglo que no se toca el retablo", el proceso será "más laborioso" con respecto a lo previsto inicialmente. Rocío Magdaleno, responsable del proyecto, ahonda en esta cuestión y asegura que los restauradores se han encontrado las obras en un estado muy deficiente. Entre otros elementos que afectan al conjunto, la especialista destaca "la oxidación del barniz" que "oculta los colores originales y la profundidad de las escenas". Las patologías detectadas en las tablas afectan tanto a sus soportes (con grietas, fisuras y ataques de insectos xilófagos) como a sus capas pictóricas, que presentan problemas de adhesión y se encuentran cuarteadas y alteradas en su color.

El párroco de Santa Ana, Manuel de Azcárate, aclaró que "no existe en el mundo una obra similar de Pedro de Campaña, que se centre en la vida de la Virgen" y auguró que cuando se termine la restauración "vamos a quedar deslumbrados".

Por su parte, el delegado provincial de Cultura, Bernardo Bueno, celebró el "momento de recuperación" de Pedro de Campaña, en referencia a las tres tablas del Retablo de la Purificación de la Catedral, pintadas por el artista, que se exhiben durante un año en el Museo de Bellas Artes, dentro del programa La obra invitada. A ese Retablo pertenece también la extraordinaria pintura La purificación de María en el templo, que acaba de ser restaurada por el Museo del Prado, donde ahora puede verse, y que se expondrá la próxima primavera en el Bellas Artes sevillano, antes de su retorno definitivo al templo metropolitano. Una decisión que no ha gustado a uno de los involucrados en los trabajos de restauración de la obra, José de la Fuente, que se mostró partidario de que la pintura "sufra pocos movimientos" dado su "problema estructural".