Ángel Alén, Norberto Gil y Miki Leal, tres pintores sevillanos y de una misma generación, reflexionan acerca de la relación entre pintura y arquitectura. En concreto, la arquitectura portuguesa. Con esa estética tan característica, con sus azulejos coloridos, con la cerámica. Los tres artistas plásticos, cada uno con su lenguaje y su estilo, se han unido en la exposición Fala, fala. Una mirada a la arquitectura portuguesa, la cual fue inaugurada el pasado 24 de enero y estará abierta hasta el próximo 16 de marzo en la Fundación Valentín de Madariaga.

Una visitante en una de las salas de la Fundación Valentín de Madariaga.

Sema D’Acosta, comisario de la muestra, calificó de "interesante" la manera en la que se relacionan dos "disciplinas afines". Una relación que en Sevilla tiene su historia. Recordó D’Acosta aquella generación que en la década de los años setenta del pasado siglo desarrollaba su creación a través de la arquitectura y de la pintura. "En la década de 1970 surge en la ciudad una primera generación de pintores-arquitectos de gran interés". Con nombres como "Juan Suárez, Gerardo Delgado, José Ramón Sierra, José Soto o Pérez Villalta", mencionó el comisario de la exposición.

Pero “Fala, fala. Una mirada a la arquitectura portuguesa” no es sólo la visión de tres artistas plásticos acerca de un lugar. El discurso también se vertebra en un homenaje a tres "grandes maestros lusos del siglo XX: Álvaro Siza, Eduardo Souto de Moura y Fernando Távora", precisó Sema D’Acosta. Se establece por tanto un diálogo con el paisaje –en el amplio sentido de la palabra- de Portugal, pero también con nombres destacados que determinaron la estética de la cultura portuguesa en el ideario colectivo.

La exposición queda contextualizada con los textos del estudio de arquitectura Sol89, integrado por María González y Juanjo López de la Cruz

La exposición queda contextualizada con los textos del estudio de arquitectura Sol89, integrado por María González y Juanjo López de la Cruz. En estas didácticas introducciones leemos la "idea reconocible de arquitectura portuguesa". Consistiría esta en "una modernidad teñida por el matiz local y atlántico, la delicada precisión en el detalle constructivo y la resonancia sutil de la arquitectura vernácula lusa, expresado todo ello a través de la abstracción".

La muestra se puede visitar hasta el 16 de marzo.

Unas pautas que, explican desde Sol89, evolucionan en las generaciones posteriores, representadas por estudios "como Corpo Atelier o Fala Atelier", lugares para la creación –para la relación entre arquitectura y pintura– que sirven de idea para esta exposición de Ángel Alén, Norberto Gil y Miki Leal. Las nuevas generaciones de arquitectos portugueses participan de "una recuperación del lenguaje frente a la abstracción" así como de "lo compositivo" y "la exuberancia cromática".

La figuración y el cromatismo se perciben desde la primera sala de la muestra. Un tributo al estudio Fala Atelier. "En esta primera sala se dedica a Fala Atelier porque es el punto de arranque de nuestro proyecto. Un proyecto que iniciamos en torno a 2020. Se ve en esta sala el interior del espacio de la oficina de arquitectura", explicó Sema D’Acosta a los primeros visitantes de la exposición.

Son muchos los edificios, lugares y espacios que se retratan en la muestra, desde la figuración y la abstracción

Son muchos los edificios, lugares y espacios que se retratan en la muestra. Observamos por ejemplo la obra en la que Ángel Alén recrea la Casa das Histórias, edificio diseñado por Souto de Moura y que hoy día alberga el museo de la artista Paula Rego. También contemplamos objetos que todos asociamos a Portugal –en la cerámica, en los colores intensos-. Uno de los espacios de la exposición Fala, fala se centra en una serie de "objetos encontrados en Portugal y en Palermo". Es decir, "objetos relacionados con el Atlántico y con el Mediterráneo", aclaró el comisario. "Se trata de los objetos cotidianos y su belleza", añadió.

La exposición 'Fala, fala' homenajea a Álvaro Siza, Eduardo Souto de Moura y Fernando Távora.

A lo largo de las salas nos topamos con "guiños de complicidad", como sucede con Le Corbusier, desde la mirada de Miki Leal. O por supuesto con Álvaro Siza, desde la interpretación de Noberto Gil, quien recrea la casa de los padres del arquitecto portugués. Un trabajo que hemos podido ver recientemente en la galería Birimbao y que ahora se encuentra en Fala, fala, en la fundación Valentín de Madariaga.

La exposición Fala, fala. Una mirada a la arquitectura portuguesa puede visitarse de lunes a viernes, de 10:00h a 14:00h y de 17:00h a 20:00h, y los sábados, de 10:00h a 14:00h.